Carlos Oreste no se alejó de la política, aunque hoy su lugar esté más vinculado al acompañamiento y al análisis que a la búsqueda de cargos. Como presidente de la agrupación "Entre Todos", trabaja en la articulación de una propuesta unificada entre el PRO, la UCR y La Libertad Avanza en el ámbito local y provincial, con vistas a las legislativas. "A la política uno nunca la deja. Hay veces que la política lo deja a uno", señala con ironía, pero también con experiencia.
El ex intendente, que gobernó Pringles y también ocupó una banca en el Concejo Deliberante, asegura que su vocación sigue intacta y que hoy se siente identificado con la gestión del actual intendente, Lisandro Matzkin. "Con el intendente tenemos un diálogo excelente. Nuestro objetivo es Pringles. Soñamos una ciudad que siga creciendo", dijo y en cuanto a las elecciones legislativas próximas anheló que la premisa es obtener cinco bancas de las siete que están en juego.
Para Oreste, la clave del momento político pasa por dejar atrás las viejas lógicas partidarias. "Lo que cambió es que antes teníamos una visión partidaria y ahora hay que apoyar a que las cosas se hagan, no importa a quién", afirma. Destaca la madurez institucional en la ciudad, donde observa una oposición "constructiva, no destructiva" y valora el nivel de gestión actual: "Si vamos a la obra pública, Pringles está pleno. En salud, la gestión en el hospital es óptima. Hay buena administración y seguridad. Es un gobierno muy bueno".
Oreste también reflexiona sobre el estado del radicalismo, su partido de origen. Considera que una parte importante de su dirigencia se alineó ideológicamente con el kirchnerismo, lo que generó una desconexión con su base. "El afiliado nuestro es de clase media, cree en la educación basada en el mérito, en la seguridad, en el trabajo. El partido ha sido el que más caudal de afiliados ha perdido y eso explica parte de lo que hoy ocurre", dice. Y subraya que ese votante hoy pide unidad con los sectores del PRO y de La Libertad Avanza.
Consultado sobre la figura de Javier Milei, distingue entre sus formas y el fondo de algunas medidas. "No avalo su estilo presidencial, pero ha tomado posturas que antes eran del peronismo, como la determinación en la toma de decisiones. Y lo ha hecho con el coraje necesario para frenar estructuras difíciles de mover", evalúa. Sin embargo, se muestra más afín a figuras como Diego Santilli, "más apaciguado" y con capacidad de diálogo.
Sobre el sistema de salud local, se detiene especialmente: "El municipio paga la guardia más cara de la región, pero el problema es el cansancio moral de los profesionales. No es una cuestión de plata solamente. Si seguimos acudiendo a la guardia por todo, vamos a saturar el sistema. Hay que apoyar al médico y educar en el uso responsable del servicio".
Cuando se le pregunta por un eventual regreso como candidato, lo descarta, aunque deja una ventana abierta: "Para mí, el Concejo Deliberante es un gran lugar. Y ser intendente de la ciudad donde uno nació, vivió y vive es como ser jugador de fútbol y jugar en la Selección Argentina. Pero no depende de uno, sino del momento".
También rescata el valor de la dirigencia local joven: "Veo muy buena dirigencia en todos los sectores. Desde el oficialismo hasta la oposición. Silvio Romano, el doctor Ruesga (dentro del peronismo); Mensi hijo (presidente del comité radical local); Maxi Elormendi (Referente del Frente Renovador)... todos aportan. Yo fui oposición y fui gobierno. Y puedo decir que esta gestión es excelente", aseguró haciendo alusión al gobierno municipal actual que lidera Matzkin. También admitió formar parte del Grupo Sur que respalda a Diego Santilli y que podría reunirse en nuestra ciudad el próximo sábado.
Finalmente, sobre las perspectivas electorales, es claro: "Si vamos divididos, perdemos. Si vamos unidos, podemos lograr un triunfo muy importante en Pringles y en la provincia", consideró.