Desde el inicio de su mandato, Castillo presentó numerosos proyectos, entre ellos uno enfocado en salud mental, que proponía una mirada comunitaria. Aunque el área municipal de salud mental tomó parte del contenido, "se perdió en el tiempo". Según explicó, pese a haberse ofrecido a continuar colaborando, no hubo más respuestas. Aun así, valoró que las ideas se tomen si benefician a la comunidad.
Actualmente, esperan una respuesta de la Secretaría de Salud sobre la situación en el Hospital Municipal. Castillo advirtió que hay más internaciones por salud mental que clínicas y denunció la falta de personal, que obliga a atender personas en grupos. También cuestionó los salarios de los médicos y desmintió cifras difundidas por el Ejecutivo sobre sueldos altos.
Relató experiencias personales en el sistema de salud, donde algunos funcionarios mostraron predisposición, pero otros no. Apuntó a la directora del Servicio Social Local, a quien acusó de no responder a llamados ni de facilitar informes para el Fondo de Salud Solidario. "Es duro pero es real, es lo que sucede y desde nuestro lugar jamás vamos a mentirle a la gente", afirmó.
Cuestionó además al Ejecutivo por el incumplimiento de metas en castraciones de animales. Indicó que se pagaron sumas millonarias mediante decretos publicados en el Boletín Oficial, pero luego se emitieron nuevos documentos reconociendo que muchas de esas castraciones no se hicieron por "circunstancias desconocidas". Criticó la falta de rendición de cuentas y señaló que muchos turnos no se cumplen.
Sobre su tarea legislativa, dijo disfrutarla, aunque a veces se vuelve frustrante cuando otros bloques rechazan proyectos del Frente y luego presentan iniciativas similares. Admitió desgaste emocional, especialmente por las críticas en redes sociales, pero consideró la posibilidad de renovar su banca o ceder el lugar a su compañero Fabián Eseiza. "No es fácil ser de izquierda en Pringles", expresó, destacando el impacto que ésto tiene incluso en su vida familiar.
Respecto a la suspensión de las PASO, señaló que aunque la izquierda siempre criticó su costo y el modo en que excluyen minorías, también servían para medir el pulso electoral. En su opinión, su eliminación puede perjudicar al Frente.
Castillo afirmó que siguen sumándose personas a la militancia. Las actividades en la plaza y el trabajo legislativo han servido para diferenciar al Frente de otras fuerzas. "Se confundía mucho la izquierda con el peronismo, cosa que está muy lejos", aclaró.
Sobre las elecciones que vienen, manifestó incertidumbre, pero espera que haya participación. "Hace falta que mucha más gente honesta con ganas de hacer cosas por Pringles se involucre, en el partido que sea", sostuvo.
También se refirió a la licitación del frigorífico de Indio Rico. Según explicó, el municipio fijó un piso de 250 mil pesos y hubo un solo oferente. Desde su espacio ya habían cuestionado ese valor inicial, planteando que podría haberse ofrecido a trabajadores o emprendedores locales, con acompañamiento estatal.
En el plano nacional, criticó la revisión de pensiones por discapacidad, denunciando que se exigen estudios que las mutuales no cubren, como el centellograma óseo, que cuesta más de 700 mil pesos. Denunció además que PAMI dejó de cubrir medicamentos oncológicos, como los que necesita su padre, con costos de más de un millón de pesos.
Respecto al futuro político indicó: "Ojalá podamos seguir. La confianza me la da que la gente se empezó a acercar, a conocernos más", concluyó. Aseguró que, aunque no siempre es fácil, las redes sociales ayudan a visibilizar su tarea legislativa ante una comunidad que muchas veces no puede asistir a las sesiones por cuestiones laborales.