El barrio donde se encuentra el bar de Pedro Maier, en la esquina de Colón y 58 de Coronel Pringles, dejó de ser un lugar tranquilo para convertirse en escenario de dos robos en menos de 48 horas. El comerciante contó con preocupación los detalles de los hechos que lo afectaron directamente, provocándole pérdidas económicas, daños materiales y una sensación de desamparo. "Antes de anoche me entraron por un depósito que tengo atrás, me violentaron la puerta y me sacaron un par de cosas: garrafas, bebidas, herramientas, moladoras. Y pensé, bueno, una noche"? Pero hoy a la mañana vengo de nuevo y me habían roto la puerta que da adentro del bar y se llevaron plata, bebidas, tiraron todo al suelo. Un desastre", relató.
El propietario aseguró que lo que más lo golpea no es únicamente lo robado, sino el daño generado: "No es tanto la plata, sino el desastre que te hacen. Me han torcido puertas, rompieron todo. Eso duele más que lo que se llevaron".
Los robos se habrían dado en horarios similares. "Yo cerré a las 3 de la mañana y al aclarar ya habían entrado. La otra noche cerré a las 5 y también fue en ese horario. Se nota que es gente que viene preparada, porque torcieron puertas muy fuertes. Muy chicos no son, seguro", explicó.
Maier descartó tener problemas con clientes habituales: "Acá nunca se dejó de despachar a nadie. El que tiene plata toma, el que no tiene, no. Nunca echamos a nadie. Por eso digo que lo hacen por dañinos nomás".
Entre lo sustraído, además de la plata, figuran golosinas, herramientas, cajas de bebidas y hasta una garrafa. "Son cosas que no te podés llevar a plena luz del día, así que claramente lo hacen de madrugada", sostuvo.
El comerciante reconoció que la falta de medidas de seguridad lo expuso más de la cuenta, aunque ahora piensa en reforzar la protección del local. "Siempre pensé que era un barrio tranquilo, nunca puse demasiada seguridad. Pero de hoy en adelante voy a tener que mirar de otra manera. Tengo un patio y seguramente entraron por ahí o por algún corralón cercano".
Maier ya había sido víctima de otro robo hace un tiempo, cuando le sustrajeron dinero de la camioneta en una noche de niebla. Por eso, esta vez decidió hacer la denuncia: "Ya son dos veces seguidas. Hay cámaras en la zona y espero que la policía investigue. Alguien tiene que hacer algo".
Los dos robos consecutivos encendieron la alarma en el sector. La situación genera preocupación no solo por el perjuicio económico a los comerciantes, sino también por la creciente inseguridad en barrios que hasta hace poco eran considerados tranquilos.