En la mañana del viernes, un automóvil fue consumido por las llamas mientras circulaba por la Ruta Nacional Nº 85, a unos 30 kilómetros de Coronel Pringles en dirección a Coronel Suárez. Las pérdidas fueron totales y el conductor del rodado, que viajaba solo, logró salir a tiempo, sin sufrir heridas.
El siniestro se produjo en una jornada con condiciones climáticas adversas, ya que había bancos de niebla realmente densos, que aparecían de repente y complicaban mucho la visibilidad en el sector.
Las dotaciones de Bomberos Voluntarios de nuestra ciudad acudieron rápidamente al lugar del hecho, aunque el fuego ya había tomado por completo el vehículo. "Cuando llegamos, el auto estaba totalmente envuelto en llamas. Procedimos a sofocar el incendio y a enfriar cada sector para evitar reencendidos. A pesar de eso, las pérdidas fueron totales", señaló el jefe del Cuerpo Activo de los Bomberos Voluntarios de Coronel Pringles, Martín Ortigosa.
El vehículo siniestrado, del tipo SUV y perteneciente a la línea Jeep, comenzó a emitir humo desde el sistema de calefacción, lo que alertó al conductor, quien logró detener el rodado a tiempo y alejarse del mismo antes de que las llamas se propagaran. "La persona que conducía logró salir ilesa. Nos contó que sintió olor a quemado y vio humo dentro del habitáculo. Apenas detuvo el auto, el fuego comenzó a avanzar muy rápidamente. Luego se retiró en un vehículo particular a resolver cuestiones de seguro y documentación", detalló el jefe bomberil.
El operativo incluyó además la señalización del lugar, dado que la visibilidad se encontraba severamente reducida. "Tuvimos que hacer señalización en ambos sentidos de circulación, porque los bancos de niebla eran muy espesos y, además, el vapor generado por el incendio cruzaba toda la calzada. Era un riesgo adicional para el tránsito", advirtió Ortigosa.
Afortunadamente, no se registraron otros vehículos involucrados, ni fue necesario interrumpir el tránsito, aunque se apeló a la precaución de los conductores. "La ruta en ese momento tenía poco movimiento, pero igualmente se procedió con extrema precaución para evitar cualquier otro incidente. El pasto húmedo también ayudó a que no se propagara el fuego a la banquina", agregó.
La situación fue contenida en su totalidad por el personal de bomberos, que permaneció en el lugar hasta completar las tareas de enfriamiento. "Ya no quedaban focos activos. Se trabajó especialmente en el motor y la parte trasera, donde seguía saliendo algo de vapor. Pero se logró controlar todo sin mayores complicaciones", concluyó Ortigosa.