El Rally del Sudoeste Bonaerense tuvo una definición a pura adrenalina el pasado fin de semana en Daireaux, donde la dupla integrada por Nicolás Bastard y Nicolás Grondona logró consagrarse campeona de la categoría Junior. La victoria llegó tras un año muy parejo, con varios protagonistas con chances matemáticas y una última fecha que reflejó la paridad y la exigencia del certamen.
Luego de cruzar la rampa final, la satisfacción fue total. "La verdad que sí, muy contentos con el resultado que obtuvimos. Fue un año más que peleado, en el cual con el correr de las fechas se fue ajustando el campeonato y hasta el último tramo, no sabíamos qué iba a pasar, pero por suerte pudimos obtenerlo", expresó Grondona, reflejando la tensión que se vivió durante toda la competencia.
Bastard coincidió y recordó cómo se fue armando el proyecto desde el inicio del año. "Cuando arrancamos con este año dijimos que íbamos a ver qué fecha hacíamos, íbamos a armar bien el auto y después veíamos qué hacíamos. Le dimos mucha importancia a la preparación del auto y después nos fue llevando fecha a fecha", señaló el piloto pringlense.
La carrera de Daireaux tuvo condimentos especiales, entre ellos los tramos nocturnos y las altas temperaturas. "El viernes nos dimos cuenta que había que trabajar con las luces. Le pusimos dos reflectores más y eso nos dio una ventaja grande", explicó Grondona. Esa decisión fue clave para imponerse en el nocturno y sumar puntos vitales para el campeonato.
El sábado, en tanto, no fue sencillo. "No fue una buena etapa para nosotros, fuimos perdiendo durante todo el día, terminando segundos, pero sabíamos que el domingo teníamos que hacer una gran etapa", relató Bastard. Y así fue: el domingo salieron decididos, lograron marcar diferencias mínimas pero determinantes y pudieron encarar el último tramo con mayor tranquilidad.
El calor también jugó su papel. "Fue terrible, el sábado salíamos mojados y el auto estaba en 98 grados de temperatura, cuando lo normal es 84 u 86", contó Grondona, destacando además la importancia de que el auto no sufriera fallas mecánicas. "No se le cayó absolutamente nada, no tuvimos ningún problema y eso te da confianza", agregó.
El momento de la consagración quedó marcado por un abrazo cargado de emoción. "Ese abrazo refleja el laburo que hicimos en conjunto, todo a pulmón. Tuvimos que aprender de mecánica, de inyección, de amortiguación, y además trabajar mucho en la parte económica", explicó Bastard, quien no dudó en agradecer a quienes acompañaron el proceso.
Piloto y navegante agradecieron por el apoyo de todo el año de sus familiares directos y de quien les prepara el auto. También hubo palabras para quienes colaboraron desde distintos lugares. "Rafa nos ayudó un montón, este resultado también es de él", coincidieron ambos, sin dejar de mencionar a sponsors y amigos que hicieron posible la campaña.
Con el campeonato ya en el bolsillo, el futuro inmediato es más simple. "Hoy la idea es lavar bien el auto, mandarle el motor al motorista y festejar", dijo Grondona entre risas. Más adelante llegará el tiempo de pensar en 2026, con un calendario que volverá a tener fechas en Pringles.
Por ahora, Bastard y Grondona disfrutan de un título muy trabajado, fruto de la constancia, el esfuerzo y la pasión por el rally, que los llevó a lo más alto de la categoría Junior del Sudoeste Bonaerense.