La Casa del Bicentenario fue escenario, ayer jueves desde las 20 horas, de un encuentro cargado de sensibilidad, creatividad y expresión, con la realización de la muestra anual del Taller de Escritura coordinado por Florencia Di Paolo. Bajo el título "Quemar la casa. Estado emocional de obra permanente", la propuesta reunió el trabajo desarrollado por las participantes a lo largo de todo el año y permitió compartir un recorrido por sus procesos personales y colectivos.
La muestra estuvo integrada por Alejandra Martínez Vázquez, Bea Espil, Irene Petón, María Amalia Olasagastia, Marta Flores, Mirta Noemí Robbiani y Victoria Pérez Álvarez, quienes participaron activamente del taller y fueron protagonistas de una noche dedicada íntegramente a la palabra escrita.
Durante el encuentro, las autoras compartieron sus textos surgidos de diversas dinámicas de escritura, que incluyeron ejercicios creativos, exploración de múltiples voces literarias y consignas del Mundial de Escritura, del cual formaron parte. Cada lectura permitió asomarse al universo particular de cada escritora, mostrando cómo las experiencias, emociones y búsquedas personales se transformaron en piezas literarias elaboradas con dedicación y profundidad.
La propuesta no solo funcionó como cierre de un ciclo de trabajo, sino también como un espacio de diálogo entre las participantes, el público y la literatura misma. La muy buena convocatoria reflejó el interés de la comunidad por acompañar estas iniciativas y por reconocer el valor del tiempo y el compromiso invertidos en la producción creativa.
"Quemar la casa" consolidó así el espíritu del taller: un espacio para experimentar, escribir, descubrir y compartir. La muestra puso en valor la literatura local, celebró la diversidad de miradas y reafirmó la importancia de generar ámbitos donde la escritura pueda crecer, expresarse y encontrar nuevas formas de vincularnos con el mundo y con nosotros mismos.
Con este cierre, el Taller de Escritura vuelve a demostrar la potencia de la palabra como herramienta de creación, reflexión y encuentro, dejando abierta la puerta para nuevas experiencias literarias en la ciudad.