Ayer, en el Día de los Fieles Difuntos, muchas personas se acercaron a la necrópolis local para llevar flores a las tumbas de sus seres queridos y por la tarde, más de un centenar de peregrinos participaron de la celebración religiosa que estuvo a cargo del Padre Matías Pardo.

Ayer 2 de noviembre, se celebró el día de los Fieles Difuntos. Es una fecha en la que muchas personas acuden al cementerio para dejar flores sobre las tumbas y nichos de sus seres queridos, siendo esta fecha, junto con la del Día de la Madre y del Padre, una en la que más personas concurren a la necrópolis local.  Todos los años se realiza la misa en la capilla del cementerio, o al aire libre en el hall de entrada, y en esta oportunidad, se realizó frente a la cruz principal, aprovechando la agradable tarde que tuvimos ayer en nuestra ciudad. 

En la oportunidad, el Padre Matías Pardo estuvo a cargo de la Santa Misa, que se celebró desde las 15:00hs, donde estuvo acompañado por el Diácono Roque Gencarelli. Hasta el lugar se acercaron alrededor de un centenar de fieles quienes participaron de la celebración religiosa, pudiendo seguir las alternativas de la misma cómodamente sentados, ya que se colocaron sillas. En la ocasión, el cura párroco local se refirió a la importancia de esta fecha tan especial para los sentimientos de aquellos que han perdido a algún ser querido. Se refirió al accidente automovilístico del que fue protagonista y hasta leyó un cuento donde explicaba metafóricamente lo que era la vida en la tierra y en el paraíso una vez que dejamos este mundo.  Fue así que también a lo largo de la jornada y desde muy temprano, muchos pringlenses se acercaron a la necrópolis para llevar flores a sus seres amados y hubo un importante flujo de personas durante todo el día, quienes destacaron, sobre todo, lo cuidado y bien conservado que se encuentra el cementerio local, sobre todo teniendo en cuenta las mejoras que se han realizado en las últimas semanas. 

De esta manera, ayer a lo largo del día se fue observando el movimiento de autos en el frente de la necrópolis, aunque también muchos optaban por ingresar con los rodados a la misma, ya que había personas mayores a las que les costaba caminar y en la ocasión estuvo habilitado para que pudieran acceder con los vehículos.