La feria de las colectividades colmó la plaza San Martín y fue un verdadero éxito
	
 
										
										
										
										UN ENCUENTRO DE SABORES, CULTURA Y TRADICIÓN EN EL CORAZÓN DE LA CIUDAD
Ayer, desde el mediodía hasta las 20 horas, cientos de vecinos disfrutaron de una jornada repleta de música, gastronomía y tradiciones en la nueva Feria de las Colectividades. La propuesta, organizada por las áreas de Cultura y Turismo del Municipio, reunió a las distintas comunidades que forman parte de la identidad pringlense.
 		
	
	
La Feria de las Colectividades, que se desarrolló ayer en la Plaza San Martín, se convirtió en una auténtica celebración de la diversidad y la integración. Desde temprano, familias, amigos y visitantes se acercaron al centro de la ciudad para disfrutar de una jornada que combinó los mejores sabores del mundo con espectáculos artísticos, danzas y un clima festivo que acompañó durante toda la tarde.
El evento, impulsado por las áreas de Cultura y Turismo del Municipio de Coronel Pringles, tuvo como principal objetivo rendir homenaje a las raíces de las distintas colectividades que forjaron la historia local. Bajo un cielo despejado y una temperatura agradable, los stands se fueron llenando de aromas, colores y sabores que invitaron a recorrer distintas partes del mundo sin salir de la plaza.
Los visitantes pudieron degustar una amplia variedad de comidas típicas: la colectividad española ofreció tortilla y croquetas de jamón; Siria y Líbano, sus tradicionales mamul de frutos secos; Bolivia, sopa de maní, empanadas y postre de frutilla con crema; Suiza, la tablita Landjäger con queso, scons y dip de hongos junto a su exquisito brun suisse de chocolate; Paraguay, empanadas de mandioca, chipá y sopa paraguaya; Italia, pizzetas y girelle dulces; Francia, baguettes con queso azul, cebolla caramelizada y nueces, además de brie, ementhal y lomito de cerdo; y el País Vasco, que deleitó con chistorra y las infaltables tortas fritas.
A lo largo de la tarde, el público pudo disfrutar de música en vivo y presentaciones de danzas típicas, que sumaron color y alegría al paseo. Cada colectividad presentó trajes tradicionales y coreografías que fueron muy aplaudidas por los asistentes. El sonido de los aplausos y el movimiento constante de personas en cada stand reflejaron el entusiasmo con que los pringlenses vivieron esta propuesta. Además, alrededor de toda la plaza se montaron diferentes puestos de artesanos y de vendedores, que le dieron un ambiente completo a la fiesta. 
La propuesta, que combinó gastronomía, arte y tradición, se transformó en un espacio de encuentro para toda la comunidad, reafirmando la importancia de valorar la diversidad y el legado de quienes, con esfuerzo y esperanza, construyeron la identidad de Coronel Pringles.
El cierre, al caer la tarde, fue acompañado por una gran cantidad de público que se quedó hasta los últimos minutos, disfrutando de los sabores, la música y el espíritu de integración que caracteriza a esta celebración. 












