La mañana de ayer tuvo un movimiento especial en el Jardín de Infantes N° 901 de Coronel Pringles, donde se llevó a cabo un simulacro de evacuación coordinado por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios. La propuesta, enmarcada en las tareas de prevención y concientización, buscó preparar a docentes, auxiliares y alumnos sobre cómo actuar ante una situación de emergencia. Cabe señalar que el mismo simulacro se realizó con los alumnos del turno tarde, del establecimiento educativo.
El simulacro estuvo a cargo de los bomberos Juan Pelliza y Moira Llanos, quienes destacaron la importancia de realizar este tipo de prácticas de manera periódica. "Ésto es parte de una tarea que realiza bomberos, que es de manera habitual, de prácticas de evacuación y de todo lo que tiene que ver con seguridad. Son todas tareas preventivas, y se hacen para que todos sepan cómo actuar ante una emergencia, tengan medidas de prevención y, en caso de una situación real, podamos estar seguros y hacer un operativo bien ordenado y bien diagramado", explicó Pelliza.
Durante la actividad, los niños y niñas del jardín simularon la salida de sus aulas, siguiendo las indicaciones de los docentes y cumpliendo con las normas básicas establecidas. "Ya de esta forma los chicos están preparados, saben cómo tienen que evacuar las aulas. Armamos un video donde docentes, auxiliares, directivos y alumnos pudieron ver los roles básicos que cada uno debe cumplir, ya sea llamar a bomberos, acompañar a los alumnos hacia las salidas, dirigirse al punto de encuentro y respetar reglas simples: salir en orden, en fila, tranquilos, sin gritar ni dispersarse del docente", agregó Llanos.
La propuesta incluyó también la preparación para casos especiales, como cuando los alumnos se encuentran fuera de las aulas, en espacios como la biblioteca, el baño o la sala de música. "La idea es que todos colaboren con nosotros para que la tarea sea más ordenada y segura", resaltaron los bomberos.
Por su parte, la directora del Jardín N° 901, Mirian Astaburuaga, valoró la iniciativa como un cierre del proyecto que se venía trabajando en la institución. "La idea era, como cierre del proyecto con bomberos voluntarios que están trabajando en la Sala Verde, hacer esta propuesta. Si bien tenemos el plan de prevención de riesgos desde febrero, era importante ponerlo en práctica, porque una cosa es tenerlo leído y otra diferente es llevarlo a cabo. Con la ayuda de bomberos hicimos el simulacro y salió bastante bien. Hay cosas por ajustar, pero lo importante es que los chicos aprendan a través del juego cómo actuar", señaló.
Astaburuaga remarcó que este primer simulacro en el establecimiento deja una base sólida para seguir trabajando. "Ya estamos preparados, sabemos qué ajustar y qué reforzar con el personal. Ojalá no tengamos que vivir una emergencia real, pero es fundamental estar prevenidos".
La jornada dejó una enseñanza clara: la prevención y la práctica son herramientas indispensables para resguardar la seguridad de toda la comunidad educativa.