Fue el relato de un vecino del Barrio Ricardo Balbín, quien se refirió a cómo se vive el día a día en esta barriada, donde se vienen registrando diferentes hechos de violencia. "Yo, sinceramente, a veces pienso en irme", aseveró.
La tarde del martes estuvo marcada por momentos de tensión en el barrio Ricardo Balbín de Coronel Pringles, cuando un grupo de jóvenes protagonizó disturbios que derivaron en enfrentamientos con la policía. El episodio dejó un fuerte malestar entre los vecinos, que manifestaron su preocupación por la reiteración de hechos de este tipo.
Un residente del barrio, que prefirió no dar su nombre, describió lo sucedido y compartió el temor con el que conviven muchas familias. "Pasa que primeramente había unos chicos ahí que estaban tomando en la casita. Decían malas palabras y parecía que estaban haciendo cosas con drogas. Una señora les pidió que se fueran y uno de ellos empezó a gritarle insultos", relató.
Según su testimonio, los problemas se agravaron poco después. "Eso fue tipo cinco de la tarde. Como a las seis empezaron a pegarse con fierros y con toscas. Yo me metí adentro porque tenía a mis hijos jugando afuera. Incluso me asusté porque tenía el auto en la calle y los piedrazos caían ahí nomás. A una vecina le pegaron en la casa", detalló.
El hombre agregó que la intervención policial no logró resolver del todo la situación. "La policía vino, tiró gas lacrimógeno y se calmó un poco, pero después se armó de nuevo más allá, en otra parte del barrio. A la noche, por suerte, estuvo más tranquilo", comentó.
El testimonio refleja el hartazgo de los vecinos ante un escenario que se repite. "Yo tengo miedo por los chicos, porque uno nunca sabe si puede caer un piedrazo o un tiro. La otra vez hubo disparos y la verdad es que se te pasa de todo por la cabeza. Uno siente que trae un poco de tranquilidad cuando viene el patrullero, pero después se van y vuelve todo a lo mismo", señaló.
Para el vecino, el conflicto no se origina únicamente en el barrio. "La mayoría de las veces viene gente de afuera, se juntan a tomar y arman lío. También hay familias con problemas de violencia, pero los disturbios más graves son con los que vienen de otros lugares. Provocan, gritan y empiezan los enfrentamientos", explicó.
El cansancio y la frustración son evidentes. "Es triste, porque éste es un barrio de gente trabajadora, con familias que lo único que quieren es vivir tranquilas. Yo, sinceramente, a veces pienso en irme", concluyó.
La comunidad del Ricardo Balbín, reclama mayor presencia policial y acciones preventivas que permitan garantizar la seguridad de los vecinos y la paz en el lugar.