En el marco de los festejos por el 143° aniversario de Coronel Pringles, la comunidad rindió un cálido homenaje a María Luisa Moreno de Fernández, reconocida como "Vecina Distinguida del Año 2025". Conocida cariñosamente como Mary, es una de las figuras más comprometidas con la labor solidaria en la ciudad, sobre todo a través de Cáritas y distintas instituciones locales.
La distinción fue entregada durante el acto central, donde el Intendente destacó su incansable dedicación comunitaria. Visiblemente emocionada, Fernández compartió con la prensa y el público lo que significó este reconocimiento: "Sí, la verdad que estaba muy emocionada. En la parte en que habló el Intendente no pude evitar las lágrimas, porque pensar en lo que me pasó y en los momentos difíciles que viví, todo eso vuelve. Y recibir una cosa así, ser distinguida, también emociona. ¿Cómo no me va a emocionar?".
Fernández insistió en que no esperaba una distinción semejante. "Para mí este reconocimiento, es un mimo, un regalo que me manda mi ángel guardián. Siento que él fue parte de ésto y por eso llegó. Pero también sé que hay gente hermosa que me rodea, que fueron quienes comenzaron con todo esto. Yo no sabía nada, lo tenían todo programado", relató.
De bajo perfil, confesó que al principio no quería aceptar: "Me cuesta mucho hablar, me da vergüenza. Fue Lorena González la que vino a convencerme, porque yo no quería saber nada. Pero después, el recibimiento, los mensajes de la gente, las notas en los medios, todo fue cariño, cariño y más cariño. Eso es inolvidable".
UNA VIDA DEDICADA A CÁRITAS Y AL SERVICIO
María Luisa relató que su camino en la solidaridad comenzó de la mano del recordado padre Vicente Melchior. "Nosotros vivimos cinco años con él en el campito y un día me invitó a participar en Cáritas. En ese momento estaba Mirta Franchello como directora y yo era asistente, visitaba a las familias y les entregaba órdenes para que retiraran los alimentos. Así empecé y ya van más de 45 años".
Con el paso de los años, fue asumiendo mayores responsabilidades hasta quedar al frente de la institución. "Cuando Carlitos Berterret y el padre Ernesto, me propusieron ser subdirectora, acepté. Después, con el tiempo, quedé como directora. Pero siempre lo hice con un grupo de gente divina, mujeres que quiero muchísimo porque hemos trabajado hombro a hombro".
La homenajeada remarcó que su compromiso nunca fue individual: "En Cáritas todo se sostiene gracias a la solidaridad de la gente. Por eso siempre digo que las cosas tienen que hacerse de manera transparente, que todo esté ordenado. No podemos defraudar la confianza de la comunidad".
EL TRABAJO EN OTRAS INSTITUCIONES
Además de su trayectoria en Cáritas, Fernández colaboró en distintas organizaciones. Recordó con emoción su paso por el Fortín Tradición y Libertad, donde cocinaba en los eventos, y su participación en el grupo Sant Egidio, preparando almuerzos de Navidad. También estuvo vinculada a las capillas, a la Escuela 502 y a la salita del barrio Alberto González.
"Siempre me gustó la cocina y siempre trabajé ad honorem. Organizábamos tallarinadas, locros, lo que hiciera falta para juntar fondos. Mi esposo me ayudaba y todo lo hacíamos juntos. Pero llega un momento en que hay que dejar algunas cosas, porque me comprometo mucho y si me comprometo con algo, tengo que cumplir. No me gusta estar en diez lugares y no poder hacer nada bien. Prefiero estar en uno o dos y dar lo mejor", explicó.
VALORES TRANSMITIDOS
Al mirar hacia atrás, Fernández reconoció que los valores familiares fueron clave en su forma de vivir. "Yo nunca trabajé mientras mis hijos eran chicos. Cuando el más pequeño empezó la secundaria, decidí buscar un empleo para ganarme una jubilación con sacrificio, como me enseñó mi padre. Él nos transmitió valores de responsabilidad, humildad y esfuerzo. Eso amábamos de él y traté de seguirlo".
Trabajó en la Escuela 502 hasta jubilarse, pero su dedicación comunitaria nunca se detuvo. Actualmente, sigue vinculada a la capilla María Auxiliadora y a Cáritas.
"Hoy ya no puedo hacer tantas cosas como antes. Tengo que descansar un poco. Pero sigo con Cáritas porque es suficiente trabajo y requiere mucha responsabilidad. Igual, creo que es tiempo de que venga gente joven. Yo no me guardo nada, transmito lo que aprendí, porque hay personas capacitadas para continuar. Yo confío en que lo van a lograr", señaló.
RECONOCIMIENTO Y GRATITUD
Pese a definirse como una mujer de "perfil bajo", Fernández agradeció la oportunidad de compartir su historia: "Siempre digo que no me gusta figurar, pero a veces hay que hablar para agradecer. Los medios son muy importantes, porque nos ayudan a difundir lo que hacemos y siempre nos acompañaron. Así que gracias de corazón".
La flamante "Vecina Distinguida 2025", cerró con un mensaje de compromiso: "Ésto no se termina acá. Mientras tenga fuerzas, voy a seguir trabajando. Lo importante es que las instituciones sigan creciendo con transparencia y solidaridad, porque la comunidad lo necesita. Y mientras tanto, me llevo este cariño de la gente que es el mejor premio de todos".
Con este reconocimiento, la ciudad de Coronel Pringles destacó, no sólo a una mujer que dedicó su vida al servicio comunitario, sino también a un ejemplo de humildad, esfuerzo y entrega silenciosa. Una vecina que, sin buscarlo, se convirtió en símbolo de solidaridad y que ahora, con su emoción a flor de piel, seguirá inspirando a las nuevas generaciones.