“El hecho de haber llegado a los 30 años de la entrega de los Premios San Pablo, me emociona mucho”
TRES DÉCADAS DE TRADICIÓN DEPORTIVA
El escultor pringlense, Roberto Mandrini, es el encargado de tallar las estatuillas de los Premios San Pablo desde 1995. Canal 2 las entrega año tras año, a los deportistas locales que se destacan en sus disciplinas. Este 2025 la premiación cumple 30 años y Mandrini repasa su historia con el galardón, el proceso artesanal de cada pieza y la emoción de que su obra se haya convertido en un símbolo del deporte pringlense.

La historia de los Premios San Pablo está marcada por el esfuerzo de los deportistas locales y por el talento artesanal de un pringlense que, desde hace tres décadas, pone sus manos al servicio de un reconocimiento muy especial. Roberto Mandrini es el escultor encargado de dar forma, año tras año, a las estatuillas que Canal 2 entrega a los deportistas que se destacan en las diferentes disciplinas. Hechas a mano, una por una, las piezas se convirtieron en un símbolo del deporte pringlense, cargado de identidad y tradición. En esta edición, la premiación cumple 30 años, y Mandrini comparte en esta entrevista la historia de los comienzos, el proceso de creación y el valor simbólico de cada estatuilla que llega a manos de los atletas.
-¿Cómo nació su vínculo con estos premios y con Canal 2?
Todo empezó gracias al Contador Carlos Valentini, que fue quien me llamó con la idea de hacer una estatuilla especial para los premios que quería organizar Canal 2. Él ya había charlado con el padre Vicente Melchior, y juntos eligieron a San Pablo como figura central. La decisión no fue al azar, en la Biblia hay un pasaje donde se lo menciona como "el atleta de Cristo", y esa frase nos conectaba directamente con el espíritu deportivo. Así nació el primer diseño, pensado para 24 disciplinas más una estatuilla especial, el "palo amarillo", que es la de oro. Desde ese momento nunca más se dejó de hacer y ya es parte del calendario cultural y deportivo de Pringles.
-¿Qué significa para usted ser el encargado de crear las estatuillas en este 30º aniversario?
Para mí es un orgullo inmenso. No sólo porque soy pringlense y me siento parte de esta comunidad, sino también porque fui deportista. Entonces sé lo que representa recibir una estatuilla de los premios San Pablo. Cada estatuilla que tallo me conecta con mis raíces y con la pasión de los atletas. Además, el hecho de haber llegado a los 30 años de continuidad, me emociona mucho. Cuando empecé, nunca imaginé que íbamos a recorrer un camino tan largo.
-Usted menciona que el diseño tiene un estilo Art Déco. ¿Por qué eligió esa estética?
El art déco tiene líneas muy claras y elegantes, que transmiten sobriedad, pero también fuerza. Yo quería que la estatuilla reflejara la idea de un atleta sólido, firme, con valores. No es una figura recargada, ni llena de adornos, sino una silueta con carácter. Eso la hace reconocible y, al mismo tiempo, atemporal. Claro que llevar ese estilo a la madera implica un trabajo muy detallado y lleva bastante tiempo, porque cada volumen tiene que estar bien resuelto.
-¿Cuántas estatuillas lleva realizadas en total?
El año pasado cerramos con 924, y con las que estoy haciendo ahora, vamos a estar cerca de las 960 y pico. No tengo la cifra exacta porque varía según las disciplinas que se suman cada año. Mi meta personal es llegar a las mil. Ese número redondo sería muy simbólico, un cierre perfecto para tantos años de dedicación. No sé cuándo ocurrirá, pero confío en que pronto.
-Cada pieza es hecha a mano. ¿Qué detalles o procesos especiales requieren?
Todas tienen la misma medida "?unos 32 centímetros de alto por 9 centímetros y medio de espesor"? pero ninguna es igual a otra. Eso es lo lindo. Yo corto la madera con serrucho y formón, y según el golpe o la veta, la expresión cambia. A veces el gesto de San Pablo queda más serio, otras veces más sereno. Eso depende de cómo me encuentre yo en ese momento. Es lo que hace que cada una tenga su identidad. El deportista que la recibe puede estar seguro de que tiene en sus manos una pieza única.
-¿Cuánto tiempo le lleva confeccionar una tanda completa?
Más o menos tres meses. Trabajo por series: primero corto las bases, luego avanzo con los cuerpos, después tallo los rostros y por último agrego la Biblia que sostiene la figura. Es un proceso lento porque son muchas piezas, pero con la experiencia aprendí a organizarme. Aun así, nunca me pongo un tiempo fijo. Prefiero que salga bien antes que apurarme.

- ¿Qué siente al saber que cada deportista local se lleva a su casa una obra realizada por usted?
Es una satisfacción muy grande. La emoción pasa por ahí, por saber que un esfuerzo de mis manos termina siendo un premio tan valorado por los deportistas. Lo lindo es que no se trata de un trofeo fabricado en serie o con una máquina 3D. Es madera tallada, trabajada con paciencia, y eso le da un significado especial. Sé que muchos la exhiben en su casa como un tesoro. Eso me llena de orgullo.
-¿A lo largo de los años recuerda alguna anécdota vinculada a los premios?
Más que anécdotas, lo que siempre hay es expectativa y la interrogante por quién gana el San Pablo de Oro, eso nunca falta. Siempre hay al menos cinco favoritos, pero hasta el último momento no se sabe quién será el elegido. Me gusta porque significa que la gente se involucra, que le importa el premio.
-¿Qué importancia le da al hecho de que Canal 2 haya sostenido esta premiación durante tres décadas?
Enorme. No es fácil sostener una idea durante 30 años. Eso habla de la seriedad y el compromiso de Canal 2, y del valor que la comunidad le da al deporte. Para mí también fue una oportunidad laboral y artística. Al principio era un escultor joven, con ganas de hacer, y este proyecto me dio continuidad, me permitió crecer y ser parte de algo colectivo. Siento que soy parte de la familia del Canal.
-¿Cómo surgió la estatuilla especial para los entrenadores?
Se incorporó en 2006. La propuesta fue hacer algo diferente, y yo pensé en la cabeza de San Pablo. Según el tronco de madera que tenga, la diseño más grande o más estilizada. Busco variar los rasgos para que no sean todas iguales. Es un reconocimiento merecido, porque el entrenador es quien forma a los deportistas y los acompaña en el camino. Tenía que estar presente en estos premios.
-La estatuilla es reconocible también por la base con la chapa de cada disciplina. ¿Cómo se define ese detalle?
Después de terminar el tallado, cada pieza lleva una pequeña base donde se coloca la chapa que indica la disciplina y el nombre del premiado. Eso lo hace una joyería local. Es el toque final que personaliza la obra y la conecta directamente con el deportista.
-Finalmente, ¿qué mensaje le gustaría dejar a los deportistas que recibirán su obra en esta edición tan especial?
Les diría que lo disfruten como un mimo al alma. El deporte es sacrificio, inversión de tiempo y dinero, y también muchas renuncias. Ganar un premio como éste, es un reconocimiento a todo ese esfuerzo. Por supuesto que está la competencia y la ambición de ganar, pero lo más importante es participar, compartir y crecer. Tener la estatuilla en casa significa que todo ese recorrido valió la pena. Ojalá cada uno lo sienta así.


