El dolor por la pérdida de un hijo, es imposible de dimensionar. A Yanina Rossi, vecina de Coronel Pringles, le tocó atravesar ese trance, tras el fallecimiento de Aarón, su hijo de 7 años que padecía hidrocefalia congénita. Frente a los altos costos del servicio velatorio, la mujer decidió organizar una venta solidaria de tortas fritas el pasado fin de semana. La respuesta de la comunidad fue inmediata y masiva: se vendieron más de 22 docenas, lo que permitió reunir una suma cercana a los 100 mil pesos. "Más que todo quiero agradecer. El día sábado se hicieron veinte docenas de tortas fritas, y después sumamos dos más para el domingo. Llegamos a vender veintidós docenas y media en total y recaudamos casi cien mil pesos", contó Yanina emocionada.
La iniciativa, no sólo contó con la compra de vecinos, sino también con donaciones de insumos y premios para rifas. "Una señora me donó una caja de bombones para hacer una rifa, así que voy a organizar algo sencillo y económico, porque sabemos que la situación está difícil para todos. También nos donaron grasa para las tortas fritas y eso ayudó mucho", relató.
Sin embargo, lo más inesperado ocurrió cuando una mujer se acercó hasta su casa. "Se apareció una señora y me dijo que me quedara tranquila, que lo de la casa velatoria, ya estaba saldado. Me pagaron todo el servicio, que costaba 420 mil pesos. No lo podía creer, me quedé hipnotizada y sin palabras. De los nervios, ni siquiera le pregunté cómo se llamaba, pero fue un gesto enorme que nunca voy a olvidar", explicó Yanina conmovida.
Ese acto solidario permitió que la familia pudiera despedir a Aarón con la tranquilidad de tener cubiertos los gastos más urgentes. "Fue un gesto muy lindo. Todavía hay mucha gente solidaria en Pringles y cuando se trata de ayudar, siempre aparecen manos tendidas. Estoy profundamente agradecida", afirmó.
La madre aclaró que el dinero recaudado con la venta de tortas fritas será destinado a otro propósito igualmente significativo. "Voy a usar lo que juntamos para hacerle su nichito, sus placas, todo lo necesario para que él descanse en paz. Desde el primer momento aclaré que la plata era por y para él, y así va a ser", subrayó.
La historia de Aarón estuvo marcada desde el nacimiento por una dura batalla contra su enfermedad. "Él sufría hidrocefalia de nacimiento. Desde que nació tuvimos que hacerle muchos tratamientos y viajes. Siempre fue un luchador. El lunes pasado falleció a las 9:35 de la mañana. Me avisaron enseguida y a la hora ya tenía que decidir si lo trasladaba. Y yo quería traerlo a Pringles, cerca de su familia", recordó Yanina.
Sobre la identidad de la mujer que asumió los costos del velatorio, Yanina solo pudo decir que le resultaba "cara conocida". "No sé quién es, no me dijo su nombre, ni yo lo pregunté en ese momento. Solo sé que puso ese granito de arena inmenso para que pudiera despedir a mi hijo con dignidad. Eso jamás se olvida".
Hoy, la vecina sigue adelante con su propósito de honrar la memoria de Aarón y agradece cada gesto recibido. "Voy a seguir organizando rifas y lo que haga falta para terminar el nicho. Toda la gente que me ayudó desde el minuto cero en esta enfermedad me acompaña ahora. Yo creo que Aarón me está guiando desde arriba para que todo se haga bien y que él pueda descansar tranquilo", dijo entre lágrimas.
La historia de Yanina Rossi refleja dos caras de la vida en comunidad: la tragedia irreparable de la pérdida y la esperanza que surge de la solidaridad. En Coronel Pringles, una vez más, la empatía de los vecinos se transformó en consuelo y ayuda concreta para quienes más lo necesitan.