La comunidad de Coronel Pringles vivió ayer una jornada cargada de emoción y espiritualidad al conmemorarse el Día de Santa Rosa de Lima, patrona de la ciudad. Todas las actividades programadas se desarrollaron con gran acompañamiento de vecinos y fieles, que se sumaron a un calendario festivo que combinó momentos de oración, reflexión y también espacios de encuentro comunitario y cultural.
Este año, la celebración adquirió un matiz especial, ya que la parroquia local fue elegida como sede del Jubileo de Parroquias Zona Este, en el marco del Año Jubilar de la Esperanza. Esa distinción permitió que la ciudad fuera el epicentro de una convocatoria que reunió a delegaciones de la región y que brindó la posibilidad de obtener indulgencias a quienes participaron de los actos litúrgicos y comunitarios.
La jornada comenzó a las 9 de la mañana en el Campito Scout, donde se realizaron animaciones y un Aula Taller sobre la vida y obra de Santa Rosa. Allí también tuvo lugar la ponencia del Arzobispo Fray Carlos Azpiroz Costa, quien abordó la figura de la santa limeña como ejemplo de esperanza y compromiso cristiano. Posteriormente, los asistentes compartieron un almuerzo a la canasta que fortaleció los lazos de fraternidad entre las comunidades presentes.
Por la tarde, desde las 15, se llevó a cabo uno de los momentos más emotivos: la tradicional procesión que unió el Campito Scout con la Parroquia Santa Rosa de Lima. La caminata se vivió en un clima de fe y devoción, acompañada de cantos, rezos y estandartes que engalanaron el recorrido. Pese a las bajas temperaturas que se registraban por esas horas, los vecinos y fieles igual se acercaron a recorrer las calles de la ciudad, junto con la imagen de la virgen. Al llegar al templo, alrededor de las 16, se celebró la Santa Misa, presidida por el Arzobispo y acompañada por sacerdotes de la zona. La liturgia se constituyó en el punto central de la festividad, donde se renovaron las oraciones por la comunidad, el país y la Iglesia.
En paralelo, se cumplieron con los requisitos propios del Jubileo: inscripción, participación en la caminata, oración por las intenciones del Papa y de la Iglesia, además de la invitación a acercarse a los sacramentos de la confesión y la comunión. Estos gestos dieron sentido pleno a la celebración, fortaleciendo la dimensión espiritual del encuentro.
La agenda del día tuvo también un cierre festivo y popular. Desde las 21, el salón del Fortín Tradición y Libertad abrió sus puertas para recibir a la comunidad en la Gran Peña Folclórica. El evento convocó a una numerosa concurrencia que disfrutó de una velada musical con la presentación de grupos y solistas de la región como El Chango Paz, La Vino Tinto, Leandro Casey y Lucas Davis, además de las peñas Arre Ko, Peña Libre, Fogón de los Gauchos y artistas locales que aportaron su talento.
La peña, que tuvo entrada accesible y servicio de cantina, se convirtió en un espacio de encuentro intergeneracional donde familias, jóvenes y adultos compartieron baile, música y tradición. El clima de alegría fue la nota predominante de una noche que marcó el cierre de las Patronales, con la certeza de que Santa Rosa sigue siendo un faro espiritual y cultural para el pueblo pringlense.
La celebración del Día de la Patrona dejó como saldo un fuerte testimonio de fe y unidad comunitaria. Cada una de las actividades programadas "?desde las instancias de formación hasta la misa y la peña"? contó con gran acompañamiento de la ciudadanía, lo que refleja el arraigo de esta festividad en la vida local. Más allá de lo religioso, las Patronales se consolidan año tras año como una expresión identitaria de Coronel Pringles, donde lo espiritual y lo cultural se entrelazan para fortalecer la memoria y la pertenencia.
Con la bendición de Santa Rosa de Lima, la comunidad pringlense renovó ayer sus tradiciones y reafirmó su compromiso de vivir la esperanza, la fe y la fraternidad en cada encuentro compartido.