Fue emocionante ver en vivo nuestra plataforma y mostrarle a la gente la diversidad de especies
CIENCIA Y EXPLORACIÓN EN LAS PROFUNDIDADES MARINAS
El CONICET transmitió en vivo imágenes desde las profundidades del mar argentino, mostrando la biodiversidad única que habita en su plataforma submarina. El biólogo pringlense, Andrés Jaureguizar destacó la importancia de difundir este conocimiento y proteger los ecosistemas marinos.

El pasado domingo concluyó una experiencia inédita para la ciencia y el público argentino: un streaming en vivo desde la plataforma submarina del mar argentino, organizado por el CONICET, que permitió observar en tiempo real diversas especies, algunas de ellas nunca antes registradas.
El Dr. en Biología Andrés Jaureguizar, quien sigue de cerca los avances de la exploración marina, no ocultó su emoción. "La verdad, fue emocionante, primero porque ahí tengo varios amigos y colegas que estaban arriba del barco, y después de treinta años poder ver en vivo algunas de estas cosas es fantástico. Y también porque la gente pudo conocer lo que tenemos en nuestra plataforma", afirmó.
La transmisión mostró paisajes submarinos, formaciones geológicas y organismos que habitan hasta las 200 millas marinas, zona de jurisdicción argentina. Para el investigador, uno de los logros clave fue acercar este conocimiento al público: "Lo importante es que la gente sepa lo que tenemos y que entre todos cuidemos eso. Si conservamos nuestro planeta, vamos a mantener la diversidad y los procesos naturales que la hacen posible".
Jaureguizar también resaltó el valor de visibilizar el trabajo científico, muchas veces desconocido fuera de los ámbitos académicos. "Este streaming puso en vidriera lo que hacen muchos investigadores en laboratorios o en instituciones como el Museo de Ciencias Naturales en Buenos Aires o el INIDEP en Mar del Plata. Lamentablemente, la divulgación es el área más débil de nuestro sistema científico, porque se priorizan las publicaciones en revistas internacionales, generalmente en inglés, a las que la mayoría de la gente no puede acceder".
Durante la transmisión, más de 80.000 personas siguieron las imágenes en tiempo real. "Fue impresionante "?relató"?. El primer día, los investigadores saludaban a sus familias desde el barco y la audiencia creció de forma exponencial. Ver a científicos formados durante décadas, junto a sus estudiantes y hasta una tercera generación de investigadores, fue muy emocionante".
El biólogo aprovechó para explicar que muchas de las zonas exploradas cumplen un rol vital para especies clave. "Las salinas costeras de la provincia de Buenos Aires son de las más diversas del país y funcionan como áreas de cría para grandes tiburones, algunos de los cuales solo tienen un sitio de reproducción registrado a nivel mundial: aquí, frente a nuestra costa. La gente no lo sabe, y por eso es fundamental divulgarlo".
El evento también sirvió para alertar sobre las amenazas que enfrenta el ecosistema marino, como la contaminación por plásticos. "En una de las estaciones del recorrido encontraron una bolsa. Todo lo que generamos y no reciclamos puede terminar en el mar. El microplástico de la ropa, por ejemplo, contamina y llega a los animales, que después consumimos nosotros", advirtió.
En este sentido, mencionó la necesidad de sostener políticas de investigación a largo plazo. "Muchas veces logramos financiamiento para una campaña puntual, pero después no hay continuidad. En octubre vamos a poner en marcha un proyecto para colocar 12 marcadores satelitales a un depredador tope, algo que nos llevó 15 años de trabajo y búsqueda de fondos. Si no hay constancia, las especies pueden verse gravemente afectadas antes de que podamos comprenderlas y protegerlas".

El especialista subrayó que la educación es clave para revertir esta situación. "Creo que los chicos son el futuro. Hay que enseñarles desde ahora a conservar, para que ellos nos enseñen a nosotros qué no hacer. Se está trabajando mucho en divulgación en las escuelas, para que sean la bandera del cuidado ambiental".
Además, el científico destacó que este tipo de eventos despierta interés social y puede impulsar proyectos más ambiciosos. "No somos National Geographic, pero hicimos un documental sobre una especie en riesgo de extinción, el pez gallo, que saldrá a fin de año. Fue una experiencia distinta, trabajando con camarógrafos profesionales y pescadores artesanales para mostrar lo que hacemos".
La exploración submarina también abre la puerta a estudios con impacto en políticas públicas. "En mi experiencia en el INIDEP, por ejemplo, muchas investigaciones sirven para asesorar al Ministerio de Producción sobre qué especies se pueden pescar y en qué cantidad. Pero, finalmente, las decisiones dependen del gobierno. El conocimiento está, lo importante es que se use para proteger los recursos".
Por último, Jaureguizar insistió en que la continuidad y la cooperación son esenciales. "Ahora, con el programa Pampa Azul y el desarrollo de áreas protegidas, hay una oportunidad de coordinar esfuerzos. Si todos ponemos un granito de arena, podremos mantener la biodiversidad que vimos en este streaming histórico. Es un patrimonio que no podemos perder".
El evento del CONICET no solo acercó la ciencia al público, sino que mostró el potencial de la plataforma submarina argentina como reserva de biodiversidad y campo de investigación. El desafío, según los propios científicos, será sostener en el tiempo la investigación, la divulgación y la protección de estos ecosistemas únicos.