La noticia del fallecimiento del Papa Francisco generó una oleada de dolor, recuerdos y reflexiones en millones de personas. En Coronel Pringles, la comunidad de Sant Egidio lo homenajeó con una oración especial, al tiempo que su referente local, Sergio Del Canto, compartió palabras emotivas sobre quien definió como "un padre y un guía".
"Ha sido para nosotros un padre y un guía, y no sólo para nosotros como Sant Egidio o para la Iglesia, sino para todo el mundo. Un verdadero líder espiritual que señalaba el camino de la humanidad en un mundo que parece haber reflotado la conflictividad del tiempo de la fuerza, la prepotencia", expresó Del Canto, visiblemente conmovido por la pérdida.
El referente local no ocultó que, aunque dolorosa, la noticia no fue del todo inesperada. "Se esperaba que podía suceder una situación así, teniendo en cuenta el estado de salud. Yo pienso que sí, él no repuntaba. Se lo veía haber mejorado, pero en los últimos tiempos, cuando se lo llevó al sanatorio, su estado era como estable y, en realidad, era bastante dificultoso para él respirar y moverse".
Sin embargo, más allá de lo físico, lo que perdura es su legado. "La muerte del Papa Francisco nos tiene que hacer reflexionar a todos sobre la importancia de construir un mundo más humano, como él tanto pretendió en su pontificado", señaló Del Canto. "Abrir las puertas del corazón, abrir las puertas de nuestra Iglesia, abrir las puertas de nuestras comunidades para recibir a todos, empezando siempre por los últimos".
El Papa Francisco, cuya figura se convirtió en símbolo de apertura, cercanía y ternura, fue para muchos un emblema de lo que significa vivir la fe desde el servicio. "Este Papa, era un Papa de la revolución de la ternura, como decía él, de la misericordia, el amor cristiano. Él volvió a poner en el centro esta palabra: misericordia. Misericordia significa el mísero, el último, el que el mundo desprecia, cerca del corazón", explicó.
Y agregó con fuerza: "Él lo resume muy bien: una Iglesia pobre para los pobres. Los pobres, también decía él, no son unos usuarios de los servicios que la Iglesia presta, sino que están en el centro y en el corazón de la Iglesia. Su sueño, como el sueño de Jesús, era que la humanidad no se olvidara de ninguno de sus miembros, que fuera una gran familia unida. Y él trabajó mucho para eso".
Para quienes no llegaron a conocer en profundidad su obra, Del Canto hizo una invitación: "Es una buena oportunidad para quien no lo conoció del todo y quien no tuvo oportunidad de leer sus textos. Pues ahora que van a aparecer muchos videos y muchas recapitulaciones, aprovechen y comprendan verdaderamente que la intención del Papa Francisco siempre fue la de que todos volvamos a ser hermanos, como en su encíclica Fratelli Tutti".
A las 18 horas de ayer lunes, la comunidad de Sant Egidio se reunió en la parroquia local para rendirle homenaje. La oración de ayer por la tarde, fue sencilla, pero cargada de significado: Es una oración que hacemos especialmente por él, con todos los que rezamos cada semana. Sant Egidio hace la oración acá en la parroquia los martes a las seis. Hoy habíamos estado haciendo una especial el lunes a la misma hora. Pero ahora será para recordarlo y retomar el papel del Papa Francisco y su testimonio como guía en este tiempo de Pascua".
Del Canto también tuvo la oportunidad de conocerlo personalmente: "Sí, lo conocí cuando era cardenal en Argentina. En algunos aniversarios que nosotros festejamos de la comunidad, él ha presidido la celebración. Era cercano a la Comunidad de Sant Egidio en Buenos Aires. Alguna vez visitó la Escuela de la Paz allá en el barrio de Barracas, en la Villa 21-24, y fue amigo de muchos de los que fueron parte de la comunidad".
Con la mirada puesta en el futuro, Del Canto también se refirió al inminente cónclave que elegirá al sucesor de Francisco. "En realidad la Iglesia es de Cristo y Cristo es el que dirige los caminos de la Iglesia. Por eso hay que esperar el próximo cónclave y la elección del próximo Papa con mucha esperanza y alegría. Cuando apareció el Papa Francisco fue una gran sorpresa. Así que ahora Dios puede tener para nosotros una sorpresa como la del 2013".
El dolor por la pérdida es inmenso, pero también lo es el agradecimiento y la esperanza. "Lo que él hizo no se borra. Francisco fue un Papa que se animó a tocar las llagas del mundo, a incomodar con el Evangelio, a recordarnos que nadie se salva solo", dijo Del Canto en el cierre de la charla. "Ojalá podamos seguir su ejemplo, no sólo desde la Iglesia, sino desde cada uno de nuestros lugares. Porque como él decía: todos somos hermanos. Y ese es el sueño de Dios".