Cáritas Parroquial sigue trabajando intensamente en diferentes actividades solidarias destinadas a asistir a las personas más vulnerables de la comunidad. Desde la realización de ferias de ropa hasta la recolección de productos de higiene y la confección de frazadas, la organización no cesa en su misión de ayudar. Mary Fernández, referente de la entidad, brindó detalles sobre las acciones que llevan adelante. "Hoy (por ayer) estamos con la feria de ropa, por la mañana ya cerramos y por la tarde estaremos de 16 a 18 horas. Hay ropa muy linda y estamos trabajando muy bien, gracias a Dios. Queremos que la gente sepa que lo recaudado se destina a la compra de lavandina y productos de higiene", señaló Fernández.
El esfuerzo de Cáritas también se extiende a la ayuda interinstitucional, contribuyendo con otras delegaciones que asisten a familias en situación crítica. "Seguimos recolectando para Bahía Blanca, donde se necesita mucho lavandina y elementos de limpieza. Esta ayuda va de Cáritas a Cáritas, de Pringles a Bahía Blanca, y ellos lo distribuyen a quienes realmente lo necesitan", explicó.
Otro de los proyectos solidarios en marcha es la confección de frazadas, una iniciativa que lleva años en funcionamiento gracias a la colaboración de la Sociedad Española y vecinas solidarias. "Las damas de la Sociedad Española tejen cuadraditos en punto Santa Clara de 40x40 cm durante todo el año. Luego, Velia Pérez los arma en la biblioteca y el resultado es maravilloso", contó Fernández.
A pesar de las dificultades económicas, las tejedoras siguen aportando su esfuerzo. "Sabemos que la lana está cara, pero muchas mujeres destejen sueters viejos para poder hacer los cuadrados. Es un trabajo artesanal y muy prolijo. Siempre respetamos las medidas porque, si no, es complicado armarlas", destacó.
Sobre la demanda de frazadas, Fernández explicó que varía año a año, pero siempre es alta. "Se entregan entre 60 y más frazadas por año. Nos gustaría enviar algunas a Bahía, pero es imposible, ya que acá también nos piden muchas y no nos alcanzan".
Además de estas iniciativas, Cáritas también ofrece un ropero comunitario los jueves de 16 a 18 horas y está pronto a comenzar talleres en la capilla de Fátima. "Es un emprendimiento hermoso y hay actividades casi todos los días", expresó con entusiasmo.
Finalmente, Fernández agradeció el apoyo de la comunidad: "A pesar de la situación económica, la gente sigue colaborando. Estamos muy agradecidos".
Cáritas Parroquial sigue demostrando que la solidaridad es un motor imparable en la comunidad, y cada pequeño aporte es un paso más en la ayuda a quienes más lo necesitan.