Cuando las imágenes de las inundaciones en Bahía Blanca comenzaron a circular, la Iglesia Evangélica Bautista Pueblo de Dios sintió el llamado a actuar. "Cuando vimos toda esta tragedia y considerando lo enlazados que estamos con la ciudad, enseguida pensamos en cómo ayudar", cuenta la pastora Mónica Lagonegro. Sin embargo, antes de movilizarse, decidieron esperar unas horas para entender cuál era la mejor manera de direccionar la ayuda.
En contacto con un grupo de pastores de Bahía Blanca, la congregación pringlense comenzó a interiorizarse sobre la situación. "Nos comentaron que hubo muchas familias evacuadas y otras que, sin haber dejado sus hogares, perdieron prácticamente todo", explica Lagonegro. Con esta información, organizaron una campaña interna de recolección dentro de los grupos de WhatsApp de la iglesia.
El resultado fue inmediato y abrumador. "El domingo, durante la reunión, la congregación llevó una cantidad impresionante de donaciones. Tanto que tuvimos que llevar todo en dos autos", recuerda la pastora. Al día siguiente, hicieron la primera entrega en una iglesia de Bahía Blanca. "Fuimos los primeros en llegar con ayuda. La emoción era enorme, porque muchas de las cosas que llevamos eran de primera necesidad y, hasta ese momento, ellos no habían recibido nada".
A partir de esa primera entrega, la iglesia decidió abrir la campaña a toda la comunidad. "La gente de Pringles es muy solidaria y siempre quiere dar una mano", destaca Lagonegro. Para quienes deseen colaborar, pueden acercarse a la iglesia en Alem 821 los jueves a partir de las 20:00 horas y los domingos de 20:00 a 22:30. También pueden coordinar la entrega o retiro de donaciones a través del teléfono 2923-45-96-77.
"Nos estamos enfocando en alimentos, ropa, artículos de limpieza e higiene personal", precisa la pastora. Pero más allá de recolectar, enfatiza en la importancia de garantizar que las donaciones lleguen a quienes realmente las necesitan. "Nos cruzamos con gente de ONG que no sufrieron inundaciones en sus hogares, pero que están devastados al ver tanta necesidad y no saber cómo ayudar".
La estrategia de la iglesia se basa en entregar las donaciones directamente a congregaciones que ya identificaron familias en situación crítica. "Sabemos que la gente hace un esfuerzo para donar y queremos que llegue a destino. No queremos que nada quede en un depósito sin ser usado", enfatiza Lagonegro. "En ocasiones anteriores, tras desastres como tormentas de granizo o tornados, nos enteramos de que muchas personas no recibieron absolutamente nada. Eso no puede volver a pasar".
Uno de los próximos objetivos de la campaña es asistir a una congregación en el barrio Thompson-Morechino, una de las zonas más afectadas. "Allí comenzaron a hacer viandas desde el domingo para las familias, pero también necesitan muchos otros elementos", señala la pastora. "Queremos que el esfuerzo que estamos haciendo en Pringles llegue a donde tiene que llegar. Eso es lo más importante".
Si bien el temporal ocurrió hace ya varios días, la necesidad no ha disminuido. "Nosotros seguimos, porque esto recién empieza. Al principio, todos se movilizan, pero con el tiempo la situación se olvida y las familias siguen necesitando ayuda", advierte Lagonegro.
La campaña continúa y todos pueden sumarse. "La solidaridad argentina es impresionante, y Pringles no es la excepción", concluye la pastora. "Sigamos ayudando, porque la necesidad sigue y podemos hacer la diferencia".