Con la llegada de enero, las altas temperaturas y olas de calor se convierten en protagonistas de la temporada estival. Con temperaturas que superan los 30 grados, la Licenciada en Nutrición, Nazareth Dell Arciprete, comparte consejos fundamentales para alimentarnos y hidratarnos adecuadamente en estos días calurosos.
"La hidratación es fundamental", enfatiza Nazareth, quien anima a la población a beber al menos ocho vasos de agua al día. "La clave es no esperar a tener sed, ya que eso podría significar que el cuerpo ya está deshidratado", explica. Para facilitar el cumplimiento de esta recomendación, sugiere que las personas contabilicen su consumo de agua en base a la cantidad de vasos. Además, menciona que el agua es la mejor opción para mantenerse hidratado, aunque alternativas como el mate o infusiones con limón, naranja, menta o jengibre pueden añadirse para quienes busquen variar.
En cuanto a la alimentación, Nazareth recalca que es el momento ideal para incorporar una amplia variedad de frutas y verduras. "Durante el calor, comer ensaladas y alimentos frescos es más fácil y recomendable", indica. Las frutas de temporada, como el durazno y el pelón, son opciones perfectas para disfrutar y mantenerse frescos. "Mientras más color y variedad en el plato, más vitaminas y minerales obtendremos", añade.
La licenciada también hace hincapié en la importancia de comer liviano, sobre todo en esta época. "Alimentos más pesados pueden caer mal y dificultar el descanso nocturno. Por lo general, el cuerpo no requiere tantas calorías en verano como en invierno, por lo que es un buen momento para ajustar nuestros hábitos alimenticios", señala.
Para quienes son aficionados al deporte, Nazareth recomienda elegir horarios óptimos para ejercitarse, preferiblemente temprano en la mañana o al atardecer, cuando las temperaturas son más agradables. La hidratación debe ser una práctica constante antes, durante y después de la actividad física. En este período del año, muchos clubes comienzan con las pretemporadas, por lo que es un buen momento para establecer metas y objetivos.
Por último, Nazareth sugiere que no sólo se debe prestar atención a la cantidad de agua que se consume, sino también a la coloración de la orina como un indicador de la hidratación. Una orina muy concentrada, de color amarillento, es signo de deshidratación, mientras que un color claro indica un buen nivel de hidratación.
"Comenzar con hábitos saludables en verano facilitará continuar con ellos en invierno", concluye Nazareth, subrayando que nunca es tarde para adoptar cambios positivos en la alimentación y el estilo de vida.
Este verano, siguiendo las recomendaciones de la Licenciada Dell Arciprete, los pringlenses pueden disfrutar de los beneficios de una buena hidratación y alimentación, optimizando su salud en los días calurosos.