En plena temporada de verano, las parrillas se convierten en protagonistas de reuniones familiares y encuentros con amigos. Sin embargo, el precio de la carne, una pieza clave de estas tradiciones, sigue siendo un tema que despierta interés y preocupación. Pablo Eberling, carnicero local con poco más de un año en el rubro, comparte cómo vienen las ventas en su negocio, los desafíos de mantener precios competitivos y las preferencias de los consumidores en este inicio de 2025.
"El precio de la hacienda está en un juego de sube y baja. A veces aumenta un poco, otras baja, pero creo que, si sube, el aumento será mínimo. Igual, nunca se sabe", comenta Everling sobre la fluctuación de los costos. Aunque la carne no siempre refleja grandes incrementos, él explica que otros factores como el alquiler, los impuestos y los servicios impactan directamente en los costos operativos. "Todo esto lamentablemente repercute en el precio final", señala.
Eberling destaca que el abastecimiento regular de carne en su carnicería le permite estar atento a los cambios en los precios. "Recibí el martes y hasta ese día no hubo novedades de aumento. Ahora, al recibir nuevamente entre viernes y sábado, sabré si hay algún cambio". Durante las fiestas, algunos cortes parrilleros mostraron un leve incremento, aunque la situación se mantuvo estable en general.
"Hubo un pequeño aumento antes de Navidad y Año Nuevo, pero era algo que se podía manejar. Luego todo volvió a estabilizarse", indica. Según el carnicero, la estabilidad en los precios ha sido clave para mantener la confianza de los clientes, sobre todo durante el pico de consumo en diciembre.
Las celebraciones de fin de año trajeron consigo un volumen de ventas que superó las expectativas. "La verdad que trabajé muy bien, gracias a todos los que confían en nosotros", comenta Everling, quien recuerda con entusiasmo la cantidad de pedidos anticipados que recibieron. "Cerré a las 7 de la tarde porque me quedé sin carne, pero a las 9 de la noche seguían llamándome buscando mercadería. Fue todo un éxito".
PRIMEROS DÍAS DE ENERO Y EL ASADO COMO PROTAGONISTA
Aunque enero suele ser un mes tranquilo por las vacaciones, este 2025 comenzó con buenas perspectivas. "Pensé que iba a ser más flojo, pero arrancamos muy bien. No es una locura de ventas, pero comparado con el año pasado estamos mucho mejor", dice Eberling. Los fines de semana siguen marcados por el asado, una tradición arraigada en el país. "El argentino no perdona el asado. Todo se vende parejito, aunque antes de las fiestas la pulpa era el corte estrella".
Según el carnicero, los consumidores han aprendido a adaptarse a los precios actuales. "La gente ya se acostumbró a lo que antes parecía una locura. Se resignan y compran lo que necesitan porque el asado no se negocia", reflexiona. A pesar de esto, Everling reconoce que la situación económica sigue siendo un desafío. "Los sueldos son mínimos y eso afecta, pero el movimiento en el rubro va de a poquito".
Otro aspecto que Eberling destaca es el cambio en las formas de pago. "Hoy en día, la gente utiliza mucho Cuenta DNI y tarjetas. El efectivo casi no se ve en la calle". Esta transición hacia los medios digitales ha sido positiva para su negocio, ya que facilita las compras y permite a los clientes organizar mejor sus gastos.
Con enero avanzando y las vacaciones en pleno auge, Eberling espera que las buenas ventas continúen hasta febrero. "El año pasado fue similar, enero y febrero anduvieron muy bien, pero en marzo hubo un parate cuando arrancaron las clases", comenta con optimismo.
Finalmente, el carnicero de nuestra ciudad agradece a sus clientes por la confianza y eligiéndolo como su carnicero de referencia. "El trabajo se hace más llevadero cuando uno siente el apoyo de la gente. Eso nos motiva a seguir mejorando y ofreciendo lo mejor cada día".
Con su dedicación y esfuerzo, Pablo Eberling se ha convertido en un ejemplo de cómo un negocio local puede adaptarse y prosperar, incluso en tiempos desafiantes. Para él, el secreto está en escuchar a sus clientes, ofrecer calidad y mantener la pasión por su oficio.