La Comisaria María Eugenia Ponce, titular de la Comisaría de la Mujer de Coronel Pringles, compartió detalles sobre su trabajo diario y los desafíos que enfrentan en la atención de denuncias de violencia de género y otros conflictos familiares. "Últimamente, los días han sido bastante complicados porque hay mucha cantidad de denuncias. Parece que, en esta época del año, con las vacaciones y los incumplimientos de acuerdos entre partes, se incrementan los casos", comentó Ponce. A pesar de las limitaciones personales, asegura que trabajar con dedicación para brindar la mejor atención posible.
Según explicó el comisario, la Comisaría de la Mujer recibe un número considerable de denuncias, siendo las de violencia de género las más comunes. Estas abarcan desde violencia psicológica hasta lesiones y amenazas. "Aunque las personas suelen pensar que un golpe o una amenaza son lo más grave, la violencia psicológica puede ser mucho más intensa y difícil de sobrellevar para quien la sufre", detalló.
En cuanto a las denuncias, aclaró que no siempre son realizadas por mujeres. "Aunque son mayoría, también hemos recibido denuncias de hombres que sufren violencia en el seno familiar. Todos tienen derecho a venir y buscar ayuda", subrayó.
El proceso comienza con la invitación a la víctima para realizar la denuncia correspondiente. A partir de ahí, se actúa en coordinación con el Juzgado de Paz y, en la mayoría de los casos, con la fiscalía. También cuentan con el apoyo de un equipo interdisciplinario y del Servicio de las Violencias, que interviene en casos complejos, especialmente cuando hay niños involucrados.
"Siempre trabajamos de manera conjunta con el ámbito judicial, los servicios sociales y psicológicos, porque la violencia dentro del núcleo familiar no afecta solo a las parejas, sino también a los hijos, si los hay", explicó.
Más denuncias, mayor visibilidad
El incremento de denuncias en los últimos años no solo refleja un aumento en los casos de violencia, sino también un cambio cultural y social importante. "Hoy las personas saben que pueden pedir ayuda, que hay recursos para proteger su integridad física y emocional. Esto ha hecho que tanto mujeres como hombres, jóvenes y adultos, se animen a denunciar", destacó Ponce.
Según el comisario, este aumento también se debe a que las víctimas tengan más conocimiento sobre sus derechos y los recursos disponibles, lo que les permite dar el primer paso para salir de situaciones de violencia.
Medidas cautelares y de contención
Cuando una persona decide denunciar, se implementan medidas cautelares para garantizar su seguridad. Estas incluyen restricciones de acercamiento, exclusión del hogar para el agresor, y en algunos casos, custodia dinámica para monitorear la situación.
Ponce enfatizó la importancia del trabajo interdisciplinario en estos casos. "El equipo de la Comisaría de la Mujer se encarga de notificar al agresor y coordinar las entrevistas con el equipo especializado. Además, si hay menores involucrados, intervienen tanto el Servicio de Violencias como el Servicio Local para asegurar su bienestar", explicó.
A pesar de las dificultades, se destacó que este trabajo ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de los distintos sectores. "Es un desafío enorme, pero estamos comprometidos a garantizar la protección de las personas que nos necesitan", afirmó.
La evolución del rol policial femenino
En el marco del Día de la Mujer Policía, el comisario reflexionó sobre su experiencia en la institución. Con casi 26 años de servicio, ha sido testigo de importantes cambios en el rol de la mujer dentro de la policía y en la forma en que se aborda la violencia de género.
"Cuando empecé, no se hablaba tanto de estos temas. Hoy, hay una mayor conciencia y capacitación para enfrentar estos desafíos, y eso es muy importante", comentó. A pesar de ello, reconoce que aún hay mucho por hacer, tanto dentro como fuera de la institución.
Sin descanso, pero con orgullo
Aunque no hubo tiempo para celebraciones en su día, Ponce destacó que su mejor manera de conmemorar la fecha es seguir trabajando. "Este es un trabajo que no se detiene. Sabemos que, mientras nosotros estamos aquí, hay personas que nos necesitan, y eso es lo que nos motiva a seguir adelante", concluyó.
Con su compromiso inquebrantable y su capacidad para liderar un equipo frente a situaciones complejas, la comisaria María Eugenia Ponce es un ejemplo del impacto positivo que las mujeres policías pueden tener en sus comunidades. En Coronel Pringles, su trabajo y la de su equipo son fundamentales para atender las demandas de una sociedad que, poco a poco, avanza hacia la igualdad y el respeto mutuo.