El hecho ocurrió hace unos días, cuando desconocidos ingresaron a su propiedad y sustrajeron varios objetos, entre ellos un motocultivador rotavator, esencial para el trabajo en su huerta. "Me entraron a robar y llevaron junto a algunas cosas, garrafas, cubiertos y ropa de cama", había expresado en su cuenta de Facebook la victima, reconociendo que la herramienta sustraída era muy importante para aliviar el trabajo diario y que "me es imposible comprarla de nuevo", dijo, buscando ayuda.
Poco después de compartir su historia, un amigo del ámbito digital le hizo una donación que le permitió adquirir nuevamente la herramienta robada. "Un amigo me mandó un mensaje muy lindo y me hizo una donación de dinero para que yo compre la máquina de vuelta. Hoy me llegó la herramienta, así que estoy súper agradecido al gesto de esta persona con un corazón enorme", comentó Urquiola.
Aunque conoce la identidad de su benefactor, Mauricio mantiene su privacidad por pedido de quien lo ayudó: "Es un gesto desinteresado. Fue un acto de corazón, y su humildad, junto a la generosidad, es valiosa y linda".
El damnificado además decidió invertir parte del dinero en una cámara de vigilancia para prevenir futuros robos, ya que el lugar había sido blanco de hurtos en varias ocasiones. "No cualquier persona te deposita un millón de pesos en tu cuenta de CBU. Por eso, su grandeza y bondad me impactaron", expresó.
Urquiola, quien cerró su local físico debido a las dificultades económicas, se dedica por completo a su huerta, donde cultiva diversas hortalizas. "Fue un cambio de vida", indicó, y destacó que va por más. "Estoy estudiando la Tecnicatura en Producción Agropecuaria Sostenible, que va de la mano con lo que practico en la horticultura", mencionó.
La superficie que maneja es de un poco más de media hectárea, y aunque la actividad no la tiene al cien por cien debido a sus estudios, la reciente donación le ha quitado un peso enorme de encima. "No estaba en condiciones de comprar de vuelta, así que me sentí desanimado. Pero este gesto me ha renovado las fuerzas", concluyó.
Ante la consulta sobre cuántas veces fue víctima de robo, el damnificado contó: "Muchísimas veces, pero ahora, hacía cuatro años que no entraban, por eso me confié y había dejado la máquina allí, generalmente ando con las cosas arriba de vehículo, para que no me la roben, pero eso lo había dejado ahí por confianza", recordó.
Para comunicarse con Urquiola pueden hacerlo a través de su Facebook personal, pero también cuenta con una página de Facebook que se llama "Los Tres Chiflados" donde los interesados en adquirir sus productos pueden comunicarse con él.
Para cerrar el productor hortícola reiteró su agradecimiento a quien le realizó la donación, que le permite seguir adelante con su emprendimiento y confió que en realidad, no estaba en condiciones de comprar nuevamente la herramienta y por eso, iba a tener que realizar toda la tarea a mano. La historia de Mauricio Urquiola es un recordatorio de que, incluso en tiempos difíciles, la bondad y la solidaridad pueden hacer una diferencia significativa en la vida de las personas.