La lengua de señas es inclusión: Lorena González y su compromiso con la accesibilidad en Pringles
Lorena González, profesora del taller de Lengua de Señas, comparte los avances en la inclusión de las personas sordas en la comunidad local. Desde proyectos educativos hasta la implementación de herramientas accesibles, destaca la importancia de la lengua de señas para lograr una verdadera integración.
En un mundo que avanza hacia la inclusión, la lengua de señas, se ha convertido en una herramienta fundamental para garantizar la participación plena de las personas sordas. Lorena González, profesora y referente del taller de Lengua de Señas en Coronel Pringles, ha sido una pieza clave en este proceso a nivel local. En esta entrevista, nos habla sobre los logros obtenidos en la comunidad, la relevancia de la reciente Ley Federal de Lengua de Señas y los proyectos que buscan hacer de Pringles una ciudad más accesible para todos.
-Este mes de septiembre se celebran varias fechas importantes relacionadas con la comunidad sorda. ¿Qué significan estos momentos para vos como profesora de lengua de señas?
Así es, septiembre es un mes clave para visibilizar a la comunidad sorda. El 19 de septiembre es el Día de la Persona Sorda, una fecha importante para recordar la lucha por los derechos y la inclusión de las personas sordas en la sociedad. Pero también tenemos otra fecha que, aunque no está establecida como un día oficial, es igualmente significativa: el 13 de abril del año pasado se aprobó la Ley Federal de Lengua de Señas. Este hito es crucial, porque reconoce la lengua de señas como lengua propia de la comunidad sorda en Argentina. Es un gran paso hacia el reconocimiento de sus derechos y su cultura. En ciudades grandes como Buenos Aires, hay comunidades sordas bien consolidadas, con su propia cultura, donde la lengua de señas se desarrolla de manera más natural. En Pringles, aunque no tenemos una comunidad sorda como tal, sí contamos con personas sordas de diferentes edades, y mi objetivo es trabajar en su inclusión y accesibilidad.
-¿Cómo impacta esta realidad local, sin una gran comunidad de personas sordas, en tu trabajo?
En ciudades como la nuestra, la falta de una comunidad sorda numerosa puede hacer que la visibilización y la inclusión sean un desafío mayor. Sin embargo, eso no nos detiene. He tenido alumnos sordos en la Escuela Especial N° 501, y seguimos avanzando en la integración, incluso con los adolescentes y adultos que están en nuestra comunidad. Actualmente, también estoy impartiendo un taller de lengua de señas en el nivel terciario, en el profesorado. Un logro muy bonito es que las chicas que están en segundo año van a interpretar el Himno Nacional en lengua de señas el 28 de septiembre. Este tipo de actividades no solo son simbólicas, sino que generan conciencia y ayudan a que más personas se interesen por la lengua de señas.
-Mencionabas la importancia de proyectos como la interpretación del Himno Nacional. ¿Qué otros trabajos destacás en este camino hacia la accesibilidad?
Un proyecto que fue muy importante este año fue la interpretación del "Circuito Aira", un recorrido turístico en Coronel Pringles. Fue un desafío y una gran responsabilidad, ya que lo hicimos con la colaboración de personas sordas de La Madrid, donde Carolina, una colega, tiene un sordo familiar que nos ayudó. Todos los pasos que damos buscan estar avalados por personas sordas, para asegurar que respetamos su lengua y cultura. Otro proyecto lindo fue trabajar en la accesibilidad del material de "Juntos Malvineros", un proyecto sobre Malvinas que presentó chicos de la Escuela N° 2 de Sexto Grado. Junto con Turismo y Cultura, logramos implementar códigos QR en varios lugares históricos de la ciudad. Al escanear estos códigos, las personas pueden acceder a información interpretada en lengua de señas, con subtítulos e incluso audio para personas no videntes. Ese es un verdadero trabajo de inclusión.
-Has mencionado que en el pasado eras la única que trabajaba con la lengua de señas en Pringles. ¿Cómo ha evolucionado la apertura hacia la lengua de señas en la comunidad?
Es cierto, empecé sola en 2010, pero con el tiempo las cosas han ido cambiando. Hoy contamos con más personas interesadas y formadas en lengua de señas, y eso es maravilloso. Incluso tengo la suerte de trabajar con Carolina, y hemos logrado que personas que tomaron los cursos desde el municipio ahora integren la lengua de señas en sus espacios laborales, como docentes o en otras áreas. Ver que una persona en un comercio o en un lugar público pueda comunicarse en lengua de señas con una persona sorda es increíble, porque ahí ves que la inclusión real está sucediendo. También logramos traer a Pablo Valdriz, uno de los mejores intérpretes del país, para formar a la comunidad. Fue un gran avance para nosotros, y aunque la pandemia complicó las cosas, pudimos continuar la formación de manera virtual.
-¿Cuáles son los principales desafíos que aún enfrenta la lengua de señas y la comunidad sorda en términos de inclusión en Coronel Pringles?
Creo que el principal desafío sigue siendo generar más conciencia. La lengua de señas es la lengua natural de las personas sordas, y para que haya una inclusión verdadera, todos deberíamos aprender al menos lo básico. Las personas sordas enfrentan situaciones de incomunicación todos los días, desde ir al kiosco hasta trámites en el banco. Si más personas conocieran la lengua de señas, esas barreras se podrían romper de manera más rápida. Ver la felicidad en el rostro de una persona sorda cuando puede comunicarse de forma efectiva es indescriptible. Además, la lengua de señas no solo es útil para personas sordas, sino que también es un recurso valioso para quienes tienen otras discapacidades o problemas de comunicación. Cada paso que damos hacia la accesibilidad enriquece a toda la comunidad.
-¿Cómo ves el futuro de la lengua de señas en Pringles? ¿Qué más se puede hacer para continuar avanzando?
Estoy muy optimista sobre el futuro de la lengua de señas en Pringles. Creo que hemos sembrado muchas semillas que ya están dando frutos. Hay un interés que sigue creciendo, especialmente entre los jóvenes. Todavía falta mucho por hacer, pero lo importante es que ya estamos en el camino correcto. Desde las áreas de Tercera Edad y Discapacidad, donde trabajo cerca de Evangelina, seguimos abiertos a escuchar nuevas ideas y colaborar con quienes deseen hacer de Pringles un lugar más accesible. Siempre digo: no se queden con las ganas de proponer. Muchas veces la gente tiene ideas, pero cree que no son posibles, y la realidad es que, con voluntad, se puede lograr mucho. La lengua de señas es un puente hacia la inclusión, y todo lo que podemos hacer para fortalecerla es bienvenido.
-Para cerrar, ¿qué mensaje te gustaría dejarle a la comunidad sobre la importancia de la lengua de señas?
Quiero agradecer a todas las personas que ya se han interesado por la lengua de señas y la inclusión. Mi mensaje es que sigamos por este camino, que continuemos aprendiendo y abriendo espacios de accesibilidad. La lengua de señas no es solo para personas sordas, es una herramienta que nos ayuda a todos a comunicarnos mejor ya construir una sociedad más justa. No tengan miedo de aprender algo nuevo, de acercarse, preguntar o proponer. Cada pequeño gesto cuenta. Estoy a disposición para ayudar a quien lo necesite, porque cada paso hacia la inclusión nos beneficia como comunidad.