La Plaza San Martín, que cuenta con una considerable relevancia en la ciudad"?siendo la segunda más importante después de la Plaza Juan Pascual Pringles"?fue inaugurada en partes desde su construcción en 2005. En su centro, se encuentra la imponente estatua del General San Martín, situada sobre una alta plataforma y flanqueada por un majestuoso cóndor que se posa en su cima. Mandrini, quien dedicó un año completo a la realización de esta pieza, recordó: "Se necesitó un total de nueve meses para completar la figura de San Martín, seguido de un par de meses más para esculpir el cóndor que lo acompaña".
La idea de crear este monumento surgió a raíz de la Asociación Sanmartiana, que hizo un llamado al escultor para plasmar su visión sobre la figura del prócer. "Me contactaron en 1992, cuando la Asociación estaba presidida por Argentino Díaz González, y otro de sus integrantes era Raúl Villa", explicó Mandrini. El escultor compartió que, para determinar el momento de la vida de San Martín que se iba a representar, se llevó a cabo una votación en la asociación, donde se optó por representarlo en su vejez, simbolizando la sabiduría del abuelo de la patria.
Además, Mandrini detalló los aspectos técnicos de la escultura, resaltando: "El mármol fue extraído de las canteras de Córdoba, específicamente de La Falda, y llegó a pesar casi 2800 kilos, siendo transportado en 1992". Para complementar su obra, propuso la creación del Cóndor Andino, estructurado con hierro y mármol molido, ayudado por su hermano Juan Daniel en la soldadura de la estructura "El cóndor tiene un tamaño natural, con una envergadura de 3,10 metros de ala a ala y mide 1,20. metros de largo desde la punta de la cola al pico", indicó Mandrini.
La escultura de San Martín, que no solo destaca por su tamaño y materiales, sino también por su profundo simbolismo, se ha convertido en una de las obras más significativas de Mandrini. "Es el primer Monumento a San Martín de cuerpo entero en su vejez, que se realiza en mármol en el país", añadió orgulloso el artista.
La ocasión del nuevo aniversario de inauguración será un momento especial para Mandrini, quien aún recuerda el acto multitudinario que tuvo lugar en 1993 para celebrar la obra y conmemorar el fallecimiento del libertador. "A esa edad, con solo 25 años, construir este monumento representó un gran desafío y una oportunidad que atesoro", expresó.
El costo del mármol en aquella época fue de 1900 dólares, y el Municipio se encargó de su transporte en un camión. Con el tiempo, tras la inauguración, se aprobó también la construcción de la Plaza San Martín, lo que sumó aún más valor a este legado que continúa siendo parte de la identidad de los pringlenses.
Con este nuevo aniversario, la ciudad de Coronel Pringles rinde homenaje a la figura del Padre de la Patria ya la destreza del escultor que le dio vida a su imagen, recordando la importancia de preservar nuestra historia y cultura a través del arte.