30 años de servicio: Reflexiones de Néstor Larrouy, tras su jubilación del Poder Judicial
Después de tres décadas de dedicación al Poder Judicial, Néstor Larrouy, Secretario del Juzgado de Paz de Coronel Pringles, se jubila. En esta entrevista, comparte sus vivencias, cambios presenciados y reflexiones sobre el sistema judicial.
Tras una notable trayectoria de 30 años en el Poder Judicial, Néstor Larrouy, quien desempeñó el rol de Secretario del Juzgado de Paz de Coronel Pringles, se encuentra en el umbral de una nueva etapa, la jubilación. En esta entrevista exclusiva de "Perfiles" de "El Diario de Pringles", ofrece una mirada retrospectiva sobre su tiempo en el sistema judicial, desde los cambios tecnológicos hasta los desafíos sociales y legales que ha enfrentado. A través de sus palabras, nos adentramos en la transformación del juzgado, su adaptación a las nuevas tecnologías y su perspectiva sobre la importancia del recambio generacional en la administración de justicia.
- ¿Cómo se siente ahora que está jubilando después de tantos años de servicio en el Poder Judicial, especialmente como Secretario del Juzgado de Paz de Coronel Pringles?
Ahora entré en una licencia hasta el cese formal, en que comience a ser un jubilado. Hay distintas sensaciones, yo me siento muy bien, podría seguir trabajando, pero también entiendo que éste es un ciclo que ya está cumplido para mí. Se necesita gente nueva en todos los aspectos y en el Poder Judicial también, con muchas ganas, que no me faltan hoy por hoy, pero entiendo que tiene que haber un recambio, como en todos los aspectos.
- ¿Cuántos años hace que está en el Poder Judicial?
Hace 30 años que estoy en el Poder Judicial. A mí me designó Américo Ripamonti, que fue el primer juez letrado de Pringles. Todo un honor para mí, un personaje de Pringles, que por ahí no es suficientemente valorado y reconocido. Comencé con él allá por 1995, y desde esa época estoy acá.
- ¿Ha cambiado mucho?
Sí, en realidad nosotros, para que la gente sepa, el juzgado de paz, todos los juzgados de paz en la provincia, tienen una competencia muy variada. Tenemos cuestiones de familia, cuestiones civiles y comerciales, también hay cuestiones penales. Ahora, desde hace ya bastantes años, tenemos todas las cuestiones relativas a la violencia familiar, violencia de género, que es una problemática que nos lleva mucho trabajo, y cada vez más.
- ¿Han ido creciendo las causas en Pringles?
Basta con solo ir a la comisaría de la mujer y pedirles que les informen y van a ver la cantidad de causas que hay.
- ¿Sobrepasan estas causas que menciona, a las demás que tienen que tramitar en el Juzgado?
No, es una parte, pero no es la mayoritaria. Al principio, el juzgado cambió totalmente, del día a la noche. Cuando yo entré éramos cuatro personas, hoy somos, alrededor de 11, o 12, con equipo técnico de psicóloga y asistente social. Actualmente está todo digitalizado, se hace todo por internet, prácticamente se ha despapelizado la actividad nuestra. Hoy los expedientes en papel, como antes teníamos, ya no existen más, solamente quedan los viejos expedientes que aún por ahí, por un distinto motivo, siguen tramitando. Y sí, ha cambiado mucho, hay que adaptarse a las nuevas técnicas. Yo tuve las dos. La del papel, cuando recién comenzábamos con las computadoras, con el sistema operativo, no existía Windows en esa época, donde también utilizábamos la máquina de escribir para tomar audiencias, a lo de ahora que con solo apretar un botón, ya notificamos de cualquier resolución en cualquier lugar del país a los que están interviniendo.
-¿Quién será su reemplazante o sucesor?
Lo designa el juez, así que ya se enterarán en su momento quién quedará en este puesto.
- ¿Hay alguien a quien quiera agradecer?
Solamente quiero agradecer, en primer lugar a mis compañeros de tarea de siempre, que sin ellos, yo no podría haber cumplido creo que bastante bien esta tarea, el respeto que me ha tenido siempre la gente, todos los jueces que han pasado por Pringles, hemos sabido trabajar bien y eso también lo agradezco.
En el cierre de esta entrevista, Néstor Larrouy nos deja con una profunda reflexión sobre su legado y el dinamismo del sistema judicial. Su compromiso con la justicia y su adaptación a los cambios tecnológicos, son un testimonio inspirador para las futuras generaciones de profesionales del derecho. Agradecemos a Larrouy por compartir sus experiencias y le deseamos lo mejor en esta nueva etapa de su vida. Su dedicación y servicio al Poder Judicial, dejan una huella imborrable en la comunidad de Coronel Pringles.