En el barrio Roca de nuestra comunidad, el Jardín 904 se ha convertido en un faro de aprendizaje y desarrollo para los niños y niñas de la zona. Sin embargo, recientemente, este refugio educativo experimentó un acto de vandalismo que dejó a la comunidad consternada. Para arrojar luz sobre esta situación dialogamos con Jesica Leoncaballo, Directora del establecimiento educativo. "El fin de semana, aparentemente, alguien ingresó al patio de nuestra institución, donde se encuentran todos los juegos de los niños", comenzó diciendo. "Destrozaron varios juegos, incluyendo mangrullos y toboganes. Además, se robaron pisos de goma que utilizamos para amortiguar caídas accidentales", explicó.
La directora continuó relatando que el lunes por la mañana, la cocinera del jardín descubrió la magnitud del daño. "El vandalismo incluyó subirse al techo donde se encuentran los tanques de agua y romper una llave de paso, dejándola abierta y causando una inundación en parte del patio y el depósito del jardín, donde guardamos material didáctico y mobiliario", lamentó.
El acceso al agua, vital para el funcionamiento del jardín, se vio comprometido debido a esta acción. Jesica Leoncaballo explicó: "Este jardín es nuestro único servicio de educación infantil. Cuando llegamos a la mañana, el agua no funcionaba. Tuvimos que contactar al Consejo Escolar, que envió a un plomero para reparar la llave de inmediato. Fue una verdadera catarata de agua".
Además de los daños materiales, el vandalismo se extendió a la destrucción de macetas que los niños habían cuidado y plantado con sus propias manos. Jesica señaló con pesar cómo el acto de vandalismo afectó prácticamente todos los rincones del jardín.
Afortunadamente, el interior de las salas de clase se mantuvo intacto. El jardín cuenta con un sistema de alarma, pero en el patio, donde se encuentran los juegos y las áreas de recreación al aire libre, no es posible instalarlo debido a la necesidad de mantener un ambiente abierto y seguro para los niños.
La directora enfatizó que el jardín y las familias que lo apoyan a través de la cooperadora hacen un esfuerzo constante para mantener y mejorar los juegos y las instalaciones. "El jardín invierte en la adquisición de juegos, y las familias contribuyen a través de la cooperadora para su mantenimiento. Es triste que vengan y destruyan lo que tanto esfuerzo y amor se ha invertido en crear para los niños", expresó Jesica.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de reparar los juegos dañados, Jesica señaló que aún no habían solicitado presupuestos, pero reconoció que los juegos son costosos y que podría requerirse su reemplazo en algunos casos. "Los juegos no son baratos, y tratamos de inculcar a los niños la importancia de cuidarlos. Hablamos con ellos sobre la responsabilidad de proteger lo que es suyo, y luego alguien viene de afuera y los destruye. Es realmente triste", concluyó con pesar.
La comunidad local se ha unido en solidaridad con el Jardín 904, con la esperanza de que este acto de vandalismo no se repita y que los niños puedan seguir disfrutando de un espacio educativo y de juego seguro en el futuro.