La Liga Pringles de Fútbol tuvo sus humildes comienzos en el año 1918, cuando cuatro clubes locales: Alem, Argentinos, Independiente y Empleados de Comercio, se unieron para dar vida a esta entidad deportiva que sigue siendo un pilar en la comunidad hasta el día de hoy. Si bien la fundación oficial ocurrió el 13 de septiembre de 1918, las primeras reuniones formales comenzaron el 8 de abril de 1919, marcando el inicio de una larga e ilustre historia.
Los primeros pasos de la Liga fueron modestos, con reuniones llevadas a cabo en las casas de sus miembros. Fue en la residencia del señor Antonio Francovilla donde se celebró la primera votación que llevó a José Sicardi a convertirse en el primer presidente de la entidad. El Consejo Directivo de ese año también incluyó a figuras destacadas como Mario Poenio (Argentinos) como Vicepresidente, Diego Pereyra (Alem) como pro secretario, Antonio Francovilla (Independiente) como Tesorero, y Alfredo Dupont (Empleados de Comercio) como pro tesorero. La primera reunión contó con la presencia de personas como Pedro Silva, C. Staniscia, J. Escobar, A. Di Cristo por Alem, José Montenegro y Antonio Silva por Argentinos, y Eduardo Perazzo y Agustín Martínez por Empleados de Comercio.
Con el Consejo Directivo en su lugar, la Liga comenzó a programar sus primeros compromisos futbolísticos. Se recibieron invitaciones de ciudades vecinas como La Madrid, Olavarría y Azul para enfrentar a los seleccionados locales en partidos amistosos.
A medida que avanzaba el año 1919, la Liga se encontraba en constante movimiento. El gremio Empleados de Comercio, uno de los fundadores de la Liga, cedió sus instalaciones para las reuniones liguistas, marcando otro hito en su historia. En junio de ese mismo año, la Liga se trasladó al local del señor Nello Mariani en la calle San Martín, aunque el número exacto de la ubicación no se especifica, y se acordó un alquiler mensual de 30 pesos.
El primer equipo representativo de la Liga Pringles de Fútbol tuvo su debut contra el combinado de Ingeniero Newbery de La Madrid. Los propios miembros del Consejo Directivo formaron este equipo, con jugadores como Domingo Pacce, Augusto Bastard, A. Raca Castel, Alberto Bianchi, Braulio Bertollotto, Benigno Aguirrezabala, Rosendo Pesoa, Antonio Guanteguy, Vicente Aduriz, Ramón Hernández y Herminio Aduriz en la alineación titular, y suplentes como Evaristo Lobentos, Bartolo Garino y H. Frananchi. El señor José Sicardi fue el árbitro de este histórico partido.
El primer torneo de la Liga Pringles de Fútbol contó con dos divisiones: Primera y Segunda. Los equipos debían conformar sus listas de jugadores con residentes exclusivamente de Coronel Pringles, excluyendo incluso a los habitantes de los parajes. La Municipalidad de Pringles ofreció un terreno para que la Liga construyera su propio campo de juego, ubicado cerca del Prado Español. Aunque las gestiones comenzaron, los altos costos de construcción y los limitados recursos de la entidad dificultaron su realización.
En 1919, la Liga también jugó el premio "ANTONELLI", en el que compitieron los equipos de Alem, Argentinos e Independiente. A pesar de algunos contratiempos en la final entre Alem y Argentinos, Alem se coronó como el primer campeón de la Copa "ANTONELLI".
Con el tiempo, la Liga Pringles de Fútbol se convirtió en una parte integral de la vida social de Pringles. A través de partidos benéficos, la Liga contribuyó al desarrollo de instituciones locales como el Hospital, el Ciclys Club y la Escuela Nº 30, entre otras. La Copa Manuel B. Cabrera, un torneo oficial de la Liga, se disputó durante años en apoyo al Hospital local.
Los historiadores Benjamín Bunge y Julio César Vederosa jugaron un papel fundamental en la recopilación de datos e historias de la Liga Pringles durante la década de 1960. Este esfuerzo culminó en la celebración del quincuagésimo aniversario de la Liga en 1968, un evento que involucró a varias disciplinas deportivas de Pringles y atrajo a entidades vecinas para disputar la Copa Municipalidad de Coronel Pringles.
La historia de la Liga Pringles de Fútbol continúa su curso, y sigue siendo un símbolo de unidad, tradición y pasión por el fútbol en Coronel Pringles.