Pareciera ser que la educación desestimula el crecimiento del pensamiento divergente en los estudiantes. Y eso a pesar del esfuerzo ciclópeo de muchos docentes por evitar que ello ocurra. Ya lo había dicho Jean Piaget: "El objetivo de la educación es crear personas capaces de hacer cosas nuevas y no solo repetir lo que otras generaciones hicieron" Hay un estudio dramático realizado por George Land y Beth Jarman que analiza como la escuela mina el pensamiento divergente. Y, como dijo Buda, lo que hacemos a los niños se lo hacemos a la sociedad entera. He aquí, el daño a la creatividad:
Se encontró que cuando los niños tenían entre 3 a 5 niños el 98% mostraba muy alta capacidad para el pensamiento divergente
Luego cuando llegan a los 8 a 10 años, solo el 32% mostraban muy alta capacidad para el pensamiento divergente. Cuando llegaron a los 15 años, solo el 10% conservan las grandes habilidades para el pensamiento divergente. Y a los 25 años, solo el dos por ciento seguían siendo altamente hábiles para el pensamiento divergente.
¿No es algo normal que los martillazos del aprendizaje con foco en la corteza sea lo que aplaque ese fluidez instintiva de lo límbico (cerebro que controla las emociones, la conducta, la atención, el estado de ánimo, la memoria, el placer o la adicción) y lo reptiliano (cerebro instintivo que da las respuestas de supervivencia más veloces)? La verdadera tarea consistiría en cómo desarrollar la corteza sin que invada en exceso los otros dos cerebros. Einstein ya decía que es muy difícil encontrar niños que sigan siendo creativos al terminar la escuela.
Noruega, con una calificación de 3,2, es el único país que "aprueba" el examen en cuanto a fomentar la creatividad, la autosuficiencia y la iniciativa personal desde la primaria y secundaria.
En ocasiones me pregunto si la histórica ausencia de la formación en creatividad y pensamiento divergente en la escuela no ha tenido que ver con un intencionalidad de domesticación desde el Estado en particular, o desde el establishment en general a fin de garantizar la perpetuidad de las líneas rectoras funcionales a sus intereses, minimizando la creatividad como potencialidad ineludible de ejercitar, evitando de esa manera futuros pensamientos disruptivos que puedan dañar al sistema. Como dijo Frank Herbert "las mejoras siempre hacen que aquellos que se hallan en la cúspide aparezcan como unos ineptos".
Ocurre que el "creativo" agita lo nuevo, y en lo nuevo, podemos encontrar la muerte de la autoridad"? lo "viejo". Y lo viejo nos deja dentro de la "Caverna de Platón", ese lugar seguro, pero sin luz. Sin cambios, pero sin brillo.
Sin embargo, cada vez nacen más escuelas que enfocan la educación desde metodologías no directivas y libres, metodologías más emparentadas con la filosofía de El Pensamiento en Montaña Rusa, como alternativa a las utilizadas en centros públicos convencionales. Un ejemplo interesante es KaosPilot (Pilotos del caos), una escuela internacional de emprendimiento creativo e innovación social. Esta escuela con sede en Dinamarca tiene un innovador programa educativo está estructurado alrededor de cuatro áreas vocacionales: Diseño creativo de Proyectos, Diseño creativo de Negocios, Diseño creativo de procesos y Liderazgo Creativo. La pedagogía de la escuela busca fomentar competencias que atañen al ser en su totalidad. Los kaospilots trabajan desde la perspectiva de la triple línea de base "? gente, ganancia, gaia (people, profit, planet) a través de conectar su hacer con su pensar y su sentir. (Manos, corazón, cabeza). Antes de ingresar a KaosPilot la pregunta es ¿Cuál es tu sueño?
El escritor inglés, Daniel Tammet recitó en Oxford durante cinco horas continuas la constante matemática pi (3.1416) con 22 mil 514 decimales en el año 2004. La memoria humana es fantástica, además de muy valiosa. Pero hoy, tamaña cualidad es insuficiente. Pudo servir en algunos momentos del siglo XX donde la memoria fue la reina de las aulas. Hoy, estas a solo un clic de todo ello.
La neurociencia nos dice que tenemos entre 30mil y 70mil pensamientos diarios. ¿Cuántos de ellos son verdaderamente originales? ¿Cuántos imaginativos?
Nuestro arsenal cognitivo no está recortado a unas escasas 200-300 neuronas como los invertebrados. En los dos millones de años de evolución (hace más de 800 millones de años, aparecieron las primeras formas básicas de sistema nervioso en seres unicelulares y multicelulares del fondo oceánico. Eran sistemas extremadamente básicos y elementales de transmisión de señales eléctricas y de liberación de sustancias químicas formando redes únicas), el cerebro de los integrantes de nuestro árbol genealógico creció tres veces, con un dramático aumento en la neocorteza, zona dedicada a la planificación, estrategia y toma de decisiones. La evolución no es patrimonio solo de nosotros, los humanos. En estudios científicos se descubrió que los pulpos habrían desarrollado un altísimo grado de inteligencia porque en algún momento de su evolución perdieron la concha que tanto caracteriza a sus parientes moluscos, sin la cual se vieron obligados a cazar para obtener alimento y no a esperar a que pasara cerca de ellos como hacen los animales que todavía la tienen. De ahí también la multitud de recursos de la que son capaces: la mimetización, la emboscada, la velocidad.
Esta información viene a cuento de la necesidad de estímulo de la creatividad pero también de "freno, choque y entorpecimiento natural e intencional" que provoque las desestabilizaciones pertinentes poniendo a prueba las adaptaciones volitivas correspondientes (perseverancia, superación, desafío de los límites). La frustración como elemento disparador para el desarrollo de la imaginación resolutiva. Al no poder escuchar, Beethoven imaginaba cómo sería su música. Al no tener buena dicción, Demóstenes se entrenaba en la oratoria con piedras en su boca.
Nuestra arquitectura cerebral está compuesta por 100 mil millones de neuronas, mil billones de sinapsis y más de 100.000 kilómetros de interconexiones (cada neurona está conectada a unas 5mil a 10mil según la edad), equivalentes a 10 vueltas a la Tierra. No puedes permitirte una imaginación limitada si las combinaciones sinápticas son infinitas. El cerebro provee, es uno quien decide. Nuestro cerebro puede recuperar un recuerdo en 125 milésimas de segundos. El cerebro, de ese modo, puede recuperar hasta ocho recuerdos por segundo. Está diseñado para otorgar sentido a lo que ve, escucha, huele, toca y degusta; y tiene la infinita capacidad de completar los espacios en blanco en vacíos de información sea sensorial, emocional o cognoscitiva.