En esta carta que te escribo,
te diré muchas cosas que muero por decirte.
Desde que te conocí,
no he dejado de pensar en ti.
Me enamoré de esos ojos hermosos,
de esa simpatía tuya,
me enamoró todo de ti.
Te confieso que estoy perdidamente enamorado de ti,
no puedo dejar de pensarte,
ni muchos menos de sentir lo que siento por ti.
No te quiero...
Te amo con locura.
Soy un poeta pobre,
no puedo ofrecerte riquezas, ni nada.
Sólo tengo para ofrecerte,
un corazón lleno de amor puro y verdadero.
Espero que sea suficiente para tener tú amor,
ya es que es lo único más valioso que puedo ofrecerte.
Sino eres tú,
no quiero otra mujer en mi vida,
porque mi corazón sólo te pertenece a ti.
Soy tú pretendiente,
el que lo daría todo por ti.
No necesito vino, ni licor para embriagarte,
sólo bastan mis versos de amor para hacerlo.
Aunque no me quieras,
sé que te embriago con tanto amor.
Sé que puedes tener un amor a tú lado,
pero eso no hará que deje de quererte.
Quisiera ser el vino para embriagarte,
el agua para reflejarte,
tú serenatero para llevarte mis serenatas.
Voy amarte toda la vida,
aunque ni me quieras.
Voy a pensarte,
aunque no me pienses.
Voy a soñarte,
aunque vivas despierta.
Esta carta que te escribo,
lo hago con un gran amor.
Espero que comprendas algún día
este gran amor que siento por ti.
Aunque no vivas a mi lado,
vivirás en mis recuerdos.
Aunque no vivas en mis pensamientos,
vivirás en mi corazón.
Aunque no te escriba poemas de amor,
vivirás siempre en los versos de amor que un día te escribí.
Me declaro culpable por amarte como te amo,
sólo soy un poeta, que en sus versos te deja su amor.
Esta es mi confesión de amor,
y decidí declararme a través de esta carta,
que estás leyendo ahora.
Tú nombre se vuelve una rosa roja de pasión,
ya que lo escribo en mis versos.
¡Perdóname por no declararte mi amor de frente!,
soy tímido, y tengo miedo de hacerlo
y que te enojes conmigo.
Me gustaría saber si me quieres,
aunque con un poquito que me quieras me conformo.
Día a día
te amo más y más.
Deseo mucho tener tú amor
y ser el dueño de tú corazón.
Mi guitarra,
en sus cuerdas pronuncia tú nombre,
y te da su melodía cuando acaricio sus cuerdas.
Si tú eres una mujercita enamorada.
yo seré tú poeta que te da sus versos de amor.
Tú eres mi inspiradora del amor,
que me inspira a escribir los versos llenos de amor.
Si un día nos casáramos,
y me preguntaran si tendría una amante.
Les diría que la mejor amante que tendría,
siempre serías tú.
Espero que te haya gustado
la rosa roja que te envié junto con la carta.
Y espero que la guardes, para recordarme.
Tú Poeta Enamorado