PERFILES

Así lo expresó Florencia Beratz,  quien en poco tiempo se recibirá de veterinaria. Hace algunos días atrás, brindó una charla sobre tenencia responsable de animales en nuestra ciudad, ya que se perfeccionó en  el tema. En la oportunidad, se refirió a lo que la incentivó a  seguir con esta carrera, a los perros potencialmente peligrosos y a la humanización de los animales. "La realidad es que perros sueltos hay en todas partes, la perreras existen en todos lados,  y la base de todo  para solucionar el problema, es la educación sobre el tema", aseguró.

Florencia Bératz  nació un 22 de julio 1992 en  Coronel Pringles y ya desde pequeña comenzó a manifestar su amor incondicional por los animales, lo que con el correr de los años,  la llevaría a  inscribirse y cursar sus estudios secundarios en el Escuela Agrotécnica, para estar más cerca de ellos y luego comenzar con la carrera de Veterinaria para dedicar su vida al cuidado y salvar la vida de los mismos. Hace pocos días atrás,  estuvo brindando una charla sobre Tenencia Responsable de animales en nuestra ciudad y la idea es poder concretar la misma en los diferentes establecimientos educativos para que los alumnos sepan todo lo relacionado a los cuidados de sus mascotas y lo que no deben hacer con las mismas. Es por ello,  que en la entrevista de "Perfiles" de El Diario de Pringles de este domingo, conoceremos más acerca de la tarea que desarrolla esta joven pringlense, a quien también le consultamos sobre los perros que atacan a sus dueños y sobre  la humanización de los animales.

-¿A qué jardín y escuela fuiste?

Al  jardín 909 fui en los últimos años, el comienzo lo hice en el jardín de Lartigau porque mi mamá era directora allá, así que empecé ahí. La primaria en la Escuela Nº 1 y la secundaria en la Agrotécnica.

-¿Por qué te gustan tanto los animales?

Desde los cinco años que me gustaba todo lo que tenía que ver con los animales, el campo,  y a parte el recuerdo de mi abuelo que falleció, que compartíamos todo en el campo, y por otro lado elegí con tiempo ir a la Escuela Agrotécnica,  para estar junto a ellos.

-¿Desde chica tuviste mascota?

Siempre, toda mi vida tuve mascotas, perros, conejos, tortugas.

-Cuándo se dio tu asistencia a la Agrotécnica: ¿Trabajaste con otro tipo de animales?

Trabajé con ovejas, vacas, conejos, estudié apicultura y me encantó, hice un montón de cosas y actividades relacionadas con los animales. Eso me llevó a seguir en la misma línea con  medicina veterinaria, me encantaba. En la misma secundaria averigüé que lugares había,  y dónde estaban las posibilidades de estudio.

-¿Hiciste algún test vocacional?

Creo que al test vocacional me lo hice a mí misma durante toda mi vida, porque si bien tengo otros gustos como estudiar idiomas como inglés y francés,  para lo que más me siento útil en la vida, es para la medicina veterinaria.

-¿Dónde estudiaste?

En la facultad de Ciencias Veterinarias de Tandil, empecé en el 2011. Ahora voy a hacer las residencias, que es la última partecita para dar mi tesis final, que sería el último trabajo final de la carrera. La idea de la tesis es que surja de la residencia. Tengo profesores que me acompañan y que tienen ganas de que salga algo del ámbito como neurología, o parasitología. Si sale un caso así buenísimo, y sino será el caso que se presente.

-¿La residencia la vas a hacer en Buenos Aires?

Tenemos veterinarios que están adheridos al sistema de residencias, entonces tenemos una cartilla donde nos habilitan todos los veterinarios disponibles, y los lugares. El problema nuestro es que las residencias no son pagas, entonces tenemos que conseguirnos el lugar, que conlleva seguir solventándonos. Las haré en Buenos Aires y en La Plata

-¿Qué tiempo de duración tienen?

Un mes y medio en una de las veterinarias y  un mes y medio en la otra, en el programa de pequeños animales. En lo que es producción, son tres meses abocados a un veterinario que puede ser en una granja de producción, o puede ser que el veterinario a cargo nos lleve a distintos campos.   En pequeños animales nos exigen en dos lugares diferencies,  sobre todo si puede ser una generalista y una especializada.

-¿Hace cuánto tiempo que comenzaste a trabajar en tu profesión?

-Hace doce años que conozco a Melina Norton, la conocí de chica,  en la secundaria le comenté a mi mamá la duda que tenía de qué pasaba si presenciaba una cirugía, quería ver qué sentía, si me impresionaba o no. Entonces mamá la conocía a Melina, que había llegado hacía poco a Pringles, le comentó mi inquietud, y ella divina como siempre con los brazos abiertos, le dijo que fuera cuando quisiera. Terminé el tercer año de secundaria, empecé el lunes las vacaciones, y ya estaba en lo de Melina, no me fui nunca más. Empecé de lunes  a sábados, todas las mañanas, todo el verano.  Y así durante toda la secundaria,  en la medida que podía durante el año,  los sábados que la escuela no me demandaba cosas,   iba con ellos.  Después cuando comencé la facultad se me complicó más,  porque no venía seguido, pero cada vez que tenía el momento, iba para allá.

-¿Así que ya tenías una experiencia previa?

Es lo que más me ayudó en el sentido de la práctica, porque si bien la facultad te da muchas posibilidades,  hasta que empezás con la práctica, hay mucho libro,  y teoría. La verdad que Melina  es mi mentora, no sólo  me enseñó, sino que también me dio la posibilidad de presenciar una cirugía, me conocen muchos los clientes de Melina  porque saben que estoy ahí en el escritorio viendo los casos y para mí fue fundamental, he podido hacer y ver un montón de cosas.  El año pasado me llamaron de Bahía Blanca, me invitó un veterinario de allá, para presenciar cirugías con él, organizaba las mismas para cuando yo pudiera viajar,  y me llamó en mayo para trabajar, hacer un reemplazo,  porque se tomaba un mes de vacaciones. No le negocié las mesas de finales porque me estaba recibiendo, pero sí coordinamos tres semanas y estuve trabajando allá en una veterinaria de pequeños y exóticos, que también era un mundo nuevo, me encantó. También  he paseado perros, he hecho de todo un poco. Durante la vida universitaria también he dado particular de materias de secundaria.

-Hace poco estuviste dando una charla sobre tenencia responsable de mascotas: ¿Cómo surgió la misma?

Conozco a las chicas de Barrantes, y un día charlando, Vera que está bastante comprometida con lo de tenencia responsable,  sabía que dentro de lo que fueron mis estudios, me perfeccioné en varios campos, y uno de ellos fue tenencia responsable.  Así que me propuso dentro de lo que es la mesa de Fauna Urbana,  y a su vez su objetivo era poder dar una visión fresca y nueva, y todo lo que yo pudiera aportar desde mi lado, visiones nuevas, datos actualizados y todo lo que tenía para ofrecerle, dentro de lo que me especialicé, iba a servir de mucho, así que lo hicimos.

Me encantó porque me parece un tema súper importante, es parte de nuestra cultura, educación, es algo de todos los días y nos involucra,  no sólo en el bienestar animal, sino en salud pública, que es lo fundamental, así que ni lo dudé cuando me propusieron dar la charla.

-¿Dónde estás viviendo actualmente?

Ahora estoy en Pringles, estuve en Tandil hasta fines del año pasado que me recibí.

-¿Cómo se encuentra el tema de la tenencia responsable en Tandil?

La realidad es que perros sueltos hay en todas partes, la perreras existen en todos lados, hay grupos proteccionistas y la base de todo  para solucionar el problema, es la educación sobre el tema. Cómo llega a los sectores y cómo se recibe también,  por un lado si la información que recibimos es correcta o no,  y por otro lado, si tenemos ganas de recibir esa información o no, que es la parte más difícil, poder aceptar recibir la información.

-¿Tienen pensado seguir trabajando con este tema?

Sí, la idea fue esta charla abierta a la comunidad, pero al igual que el año pasado, el 22 de este mes hay una charla en la escuela N° 7 que la va a dar Vera, va a seguir con el programa de charlas escolares como el año pasado. La idea es tratar de implementar otras charlas, ya sea dentro de campañas antirrábicas,  o en distintos barrios,  poder seguir con el sistema de charlas, porque de esa manera se educa.

-¿Qué es lo que más te gusta de esta carrera?

Poder tener la capacidad de poder cambiarle la realidad a un animal desde cualquier ángulo, desde salvarle la vida a un animal que está por morirse, hasta mejorarle la calidad a otro que puede tener mejores condiciones, que no tenga ninguna enfermedad. Y por otro lado, poder detectar esas cosas, que para el médico veterinario es mucho más difícil, porque el perro no nos dice qué le pasa,  entonces tener la capacidad, con todas las herramientas que tenemos, determinar y diagnosticar qué es lo que le pasa a ese animal, y hacer algo al respecto.

-¿Es más difícil trabajar con animales que con las personas?

Creo que sí. Las realidades son diferentes de un animal a otro, de un animal de compañía a un animal de producción,  los problemas son distintos, y por otro lado el tema de la  humanización de los perros y los gatos,  que ha cambiado y ha evolucionado mucho desde  las enfermedades hasta los problemas de comportamiento.

-¿Qué pasa con los animales que tienen cierto temperamento, no se los puede controlar?

Ese es un tema que tocamos mucho en la charla, de mitos y realidades. Existen los perros potencialmente peligrosos, hay razas determinadas. La genética  de la que tanto hablamos, es el 30 % de la influencia en el comportamiento animal, el resto lo da el ambiente, es decir, cómo se encuentra el perro y qué le enseña su dueño, qué le permite y qué le restringe. Entonces, si bien hay ciertas razas que tienen una predisposición a ser más agresivas, la base fundamental es la educación que le damos al perro. Por otro lado,  también estoy de acuerdo con estudios hechos en Estados Unidos, que determinan que las razas de perros potencialmente peligrosos deberían ser adquiridas por personas capacitadas psicológicamente, que no quiere decir que estemos locos, sino que tengamos el carácter necesario para poder dominar a esa raza y educarla de la manera correcta, que va a ser más rigurosa que de un perro que no esté dentro de ese rango.

-¿Hay quienes piensan que los animales son más importantes que los humanos?

Esa es una controversia muy grande. Todos podemos tener distintas aspiraciones, en mi caso me parece que lo fundamental  y que lo relaciona con la tenencia responsable es, no sólo pensar en la salud pública que es lo más importante y a lo que se le hace más hincapié, sino también en el bienestar animal. Hay quienes consideran que el animal es más importante, ya sea porque creen que les da más cariño o hay mejor relación con un perro que con una persona, pero está bueno que  pensemos en el bienestar del animal, no qué es lo que nos parece mejor a nosotros. Que el perro no pueda hablar,  no significa que nosotros podamos decidir sobre ellos, entonces está bueno saber qué es bueno y fundamental para ellos  y eso entra dentro de las cinco libertades del animal.  En este caso libres de frío y hambre, libres de sed, libres de maltrato, entonces poder pensarlo desde ese lugar, a todo,  desde la persona que tiene el  perro y lo quiere, a la persona que no le interesan los animales. Es el trabajo en conjunto  que hace que, no sólo busquemos el bienestar del perro, sino también de la sociedad, porque eso hace que un buen bienestar animal contribuya  a la salud pública también. Los perros en las calles, los accidentes, las bolsas rotas,  todo recae sobre lo mismo.

-¿Si pudieras pedir un deseo, cuál sería?

Poder seguir cumpliendo sueños. Sueños tenemos un montón, pero lo más lindo es cuando los cumplimos, cuando nos vamos superando, no quedarnos en la zona de confort, soy muy inquieta, me gusta hacer cosas nuevas. Poder seguir cumpliendo sueños acompañada por  mi familia y amigos, y mis  colegas, para mí eso fue muy importante, el apoyo que  he tenido todo este tiempo, porque quiere decir que a las cosas, las estoy haciendo bien.