Centro Almacenero Deportivo: Un Proyecto Inclusivo que Transforma Vidas
EN LA CIUDAD
El Centro Almaceneros Deportivo se ha convertido en un referente de inclusión social y deportiva, gracias a un proyecto que comenzó en 2021 y que desde entonces ha brindado oportunidades a personas con diferentes tipos de discapacidad y a aquellas que enfrentan dificultades sociales y económicas. Raúl Giorgio, uno de los principales impulsores de esta iniciativa, compartió detalles sobre el desarrollo y el impacto del proyecto.
"Este proyecto inclusivo lo iniciamos hace tres años, en 2021, con Graciela. Más tarde se unió Lucas Mattioli, quien nos aportó un montón de ideas, y así fue como empezamos con la parte de inclusión", explicó Giorgio. "Cuando hablamos de inclusión, nos referimos a todas aquellas personas que por problemas físicos o discapacidades no pueden practicar deportes competitivos, pero sí de manera recreativa. También incluimos a personas con problemas sociales, económicos o de distancia que les impiden acceder al club".
Desde sus inicios, el proyecto ha crecido significativamente y se ha instaurado firmemente en el club. "Al principio fue una sorpresa para muchos en el club, pero hoy en día está muy instaurado. Todos los viernes vamos con Alberto y Marta, almorzamos con los chicos, y ya no solo practican básquet, sino también fútbol con Fofi y Gaby, y bochas con Miguel. Los chicos ya te dicen abuelo, lo que muestra cómo se ha integrado este proyecto en sus vidas", comentó Giorgio.
El proyecto ha recibido apoyo de la comunidad y se han explorado nuevas actividades. "Recientemente, nos propusieron una cancha de pádel. Estamos viendo cómo resolver el tema de la movilidad para poder incorporarla", mencionó Giorgio. Además, los chicos participan en eventos y actividades del club, como prácticas con la escuelita, los equipos infantiles y femeninos.
También mencionó los viajes organizados para los chicos, como el previsto a Carhué, gracias a la colaboración de personas como el Negrito Burgos, quien ayuda con el transporte.
"El año pasado quedó pendiente un viaje a la playa. Este año ya tenemos organizado un viaje a Carhué para el 31 de agosto con la U13, U15, y U17. Llevaremos a los chicos del taller y a los de la escuelita. Nos vamos a ir el viernes para estar el sábado recibiendo", detalló Giorgio. "Este tipo de experiencias son muy importantes para los chicos y ayudan a reforzar el sentido de comunidad y pertenencia".
El proyecto no solo incluye a los chicos del Taller Protegido, sino también a aquellos que se suman a través del área de Discapacidad de la Municipalidad. "Empezamos con 12 o 14 chicos, y el año pasado ya teníamos alrededor de 20. Este año, todos los viernes tenemos entre 27 y 30 chicos que van a almorzar con nosotros y a practicar deportes", indicó Giorgio.
Para aquellos interesados en unirse al proyecto, Giorgio explicó: "Los chicos del Taller salen a las 12 del Taller Protegido, que está muy cerca del club, lo cual es una ventaja. Cualquiera que quiera sumarse puede acercarse al club los viernes. Estamos siempre abiertos a recibir a más personas que deseen participar".
"En este momento, además de trabajar con el área de Discapacidad, contamos con el apoyo de Gaby Ramos, quien se une a nosotros a partir del mediodía. Estamos en contacto con las Escuelas 501 y 502, y este año invitamos a los chicos que egresaban a participar en nuestras actividades", explicó Giorgio. "También trabajamos con Evangelina Valderrey, quien nos contacta con chicos que pueden beneficiarse del programa".
Las actividades del proyecto se desarrollan todos los viernes de 12 a 14 horas. "Los chicos llegan a las 12, almuerzan y luego participan en diferentes actividades deportivas", detalló Giorgio. "Aunque lo ideal sería que primero hicieran deporte y luego almorzaran, este proyecto va más allá del deporte. Se trata de que se acerquen, se integren y participen. Los chicos ya se sienten parte del club, se llaman a sí mismos los lobos azucareros".
El proyecto no solo se enfoca en el deporte, sino también en crear un sentido de pertenencia y comunidad. "Todos los viernes la pasamos muy bien con Fofi, Alberto y Marta. El año pasado, Duba de Bahía Blanca nos visitó, y aunque este año no hemos tenido contacto, esperamos que nos acompañen en el futuro", mencionó Giorgio. "En cada almuerzo de los viernes participan entre 20 y 30 chicos".
Giorgio también destacó la importancia del contacto personal para la recaudación de fondos. "Hoy en día las redes sociales son útiles, pero el contacto personal tiene mucho más efecto. Llamar a los amigos, a la gente que a veces también te ayuda de otras formas, es clave", comentó. "Invitamos a la comunidad a colaborar con nosotros y apoyarnos en este proyecto inclusivo".
Para más información sobre cómo colaborar, los interesados pueden ponerse en contacto directamente con el Centro Almacenero Deportivo. Este proyecto no solo ofrece una oportunidad de practicar deportes, sino también de construir una comunidad más inclusiva y solidaria.
El proyecto inclusivo del Centro Almacenero Deportivo es un ejemplo de cómo el deporte puede ser una herramienta poderosa para la integración social. A través de la dedicación y el compromiso de sus organizadores y voluntarios, el proyecto no solo ha crecido en tamaño, sino también en impacto, transformando la vida de muchos jóvenes y adultos en la comunidad. "Seguimos trabajando y soñando en grande", concluyó Giorgio, dejando claro que la inclusión y el deporte seguirán siendo pilares fundamentales en el Centro Almacenero Deportivo.