“Agradezco a toda la gente que durante estos años compartió conmigo distintos lugares educativos”
PERFILES
Fueron palabras de la Fonoaudióloga, Evangelina Martín quien recientemente egresó del sistema educativo. La profesional hizo un repaso por su trayectoria y destacó el rol importante que cumple su profesión.
Evangelina Martín es una reconocida fonoaudióloga de nuestra ciudad que durante gran parte de su trayectoria se ha desempeñado en diversos establecimientos educativos en sus distintos niveles.
Pasó por diferentes instituciones. Podemos mencionar: Escuelas Especiales 501 y 502, Escuelas N° 11, N° 22, Jardines de Infantes N° 904, N° 906, N° 908, N° 909 y N° 910, y hasta el CATDI (Centro de Atención Temprana del Desarrollo Infantil).
Después de mucho tiempo de trabajo, la profesional decidió dar un paso al costado en el sistema educativo y sólo continuar con la actividad privada en su consultorio.
En Perfiles de este domingo, conocemos detalles de lo que fue su tarea en el ámbito educativo y que le espera de ahora en adelante.
¿Qué te llevó a estudiar Fonoaudiologia?
- Yo quería ser pediatra, en la niñez quería ser doctora de niños. En el año 87 me fui a Capital, estudié el ciclo básico para Medicina, ingresé a la carrera y el segundo año de estudio- eran años muy duros, muy difíciles, donde no podía estar mantenida por mi familia y con horarios de cursada extensos- entonces busqué una carrera que tenga que ver con el trabajo con niños, con salud y me pasé a la carrera de Fonoaudiología que me permitió trabajar desde los 18 años, por eso con muy poca edad para algunos, estoy jubilándome del sistema educativo, pero no de la Fonoaudiología profesional.
Empecé en educación desde que llegué a Coronel Pringles en el 2002, un año difícil. Mis decisiones han sido en años difíciles, el cambio de carrera, las mudanzas, tienen connotación a nivel de los cambios tan importantes de este país, y este 2024 para jubilarme, también, porque es un año especial y muy difícil para todos los argentinos.
¿Te llevó tiempo decirte en jubilarte del sistema?
-Mi trámite tardó 26 meses. Se tomaron su tiempo a nivel administrativo, pero acá estoy, contenta por terminar el año pasado pensando que a lo mejor en este ciclo lectivo no estaría en el nivel inicial, atando cordones, cuidando a los niños con la adaptación, orientando a los docentes. Mi tarea de ahora en más será en el Consultorio, a nivel privado y en la formación docente porque al estar tantos años en contacto es algo que me debía, lo tenía en carpeta y en el 2020 tuve la suerte de empezar en el Instituto para estar en la formación docente desde mi rol de fonoaudióloga.
¿Cuál fue el primer establecimiento educativo en el que trabajaste ?
- Salió una suplencia en la Escuela Especial 501 y llegué el 5 de agosto de 2002. Fue un trabajo corto de una suplencia, en noviembre terminé y en febrero fui al acto público, embarazada de mi hijo que hoy tiene 20 años. Después, trabajé en la Escuela 502 durante tres años y regresé a la Escuela 501 en otro cambio de titularizaciones. Trabajé muchos años en la Escuela 501 y en paralelo con atención temprana, ahí tengo mucho mi corazón, estuve casi 10 años en Atención Temprana, que es el primer eslabón de la niñez, del vínculo con las familias y de la discapacidad. Acá no solo expresás el saber, sino todo lo vinculado a las emociones con los vínculos, con la aceptación de una discapacidad o una situación que se puede estar atravesando.
¿Cuál fue tu experiencia trabajando en diferentes niveles educativos?
-En primaria sólo estuve dos años, cuando era la única fonoaudióloga de todos los equipos, pero la necesidad está en los primeros niveles, en jardín de infantes. De hecho, hacen falta fonoaudiólogos, lo tengo que decir y difundir. Los fonoaudiólogos cumplen un rol muy importante en todos los lugares donde pueden trabajar.
¿Qué significa para vos la fonoaudiología?
-Me encanta difundir, me encanta trabajar para mi profesión, en más hace mucho tiempo que trabajo en el Colegio de Fonoaudiólogos, integro el Consejo Superior en la ciudad de La Plata tratando que la profesión sea cada vez mejor revindicada y se difunda.
En Coronel Pringles faltan fonoaudiólogas y a las que estamos no nos dan los tiempos.
¿En qué vas aprovechar el tiempo en esta nueva etapa?
-En mi persona (risas). Hacia yoga una vez a la semana porque no me daban los horarios. Voy a salir a caminar, me podré ir de viaje por 2 o 3 días, antes no podía porque trabajaba de lunes a viernes, 20 horas semanales. Además, voy a poder estar más en silencio, en contacto conmigo, con la naturaleza y los animales.
Durante tu trayectoria laboral. ¿Cosechaste muchas amistades?
-Sí. Agradezco a toda la gente que durante estos años compartió conmigo distintos lugares educativos y a nivel consultorio. Agradecer a las familias que son las que valoran, agradecen y vienen a las reuniones a escucharnos. Ellos vienen a que nosotros los orientemos a nivel de equipo de orientación en los jardines. Nosotros no tenemos la verdad ni recetas, pero vienen a poner el oído a lo que como profesionales y educadores podemos abordar en diferentes momentos y situaciones.
Siempre he puesto mi tiempo, mi oído, mi dedicación y mi saber para que tantos niños, niñas y familias puedan tener un pedacito de la fonoaudióloga.
¿Estás contenta con la jubilación?
- Uno se tiene que ir con las botas puestas, sin que te duela la rodilla ni la cintura. El día que no me pueda atar un cordón, no sería yo. Estoy feliz porque inicié cuando fue el momento y el tiempo de irme, sin tener ganas un día de no ir a trabajar. Eso es lo que hay que hacer.