El deseo de aprender y superarse no termina nunca para algunas personas. A veces se piensa que cuando uno llega a ser adulto ya no hay tiempo de estudiar, de seguirnos formando académicamente, pero hay ejemplos que nos demuestran que no importa la edad, sino las ganas de alcanzar el objetivo.
Esta es la historia de Nelly Iriarte que con sus 87 años, empezó a cursar sus estudios de nivel secundario en el Centro Educativo de Nivel Secundario (CENS) N° 451 que funciona en nuestra ciudad en dependencias del Centro de Formación Profesional. Nelly nos detalló sus planes y explicó porque años atrás no pudo terminar sus estudios. Un ejemplo de lucha, y de que siempre se puede. 

¿Qué te llevó a volver al aula?

-Terminar el secundario para mí, es una materia pendiente en mi vida. No lo pude terminar a los 50 años, cuando lo empecé, porque falleció mi primer esposo y abandoné todo. Después me casé con Carlos Loza y ahora que él se fue, estoy solita, por lo que aprovecho para hacer esto que me encanta, estudiar. 

¿Qué ocurrió cuando eras joven que no pudiste culminar tus estudios secundarios?
-De chica no lo hice porque mi mamá no se dio cuenta  y me hizo estudiar Secretariado Comercial. Después me enfermé y cuando empecé a trabajar no pude seguir por problemas de salud. Así que hice un trabajo manual de coser pullovers Mar del Plata que en ese tiempo, eran un furor, y con eso vivía. 
Además, trabajaba con máquinas de tejer. Tejía para fuera, hacia trajecitos, de todo. Se usaba todo tejido en aquel tiempo.

¿Siempre tenías en mente terminar el nivel secundario?
-Sí, hice tres años en General Madariaga. Recuerdo que ayudé a que se logre el bachillerato de adultos en ese lugar. Yo fui parte de la primera promoción. Hice tres años, primero, segundo y tercero. y en el último año, murió mi marido y abandoné. Ahora, retomé, luego de muchos años. 

Hace unos años atrás, hiciste hasta 3° de Secundaria. ¿Ahora tenés que empezar de cero?

-Lo vuelvo a hacer al secundario porque mi base es de 40 años atrás casi, y ha cambiado muchísimo todo, los cuestionarios, los métodos, se hacen de otra manera. Entonces empecé de cero para tener seguridad de lo moderno, ahora con computación y demás.  

¿Podés ser una inspiración para aquellos que aún no terminaron el secundario?
-Es un orgullo que uno pueda estar acá en el aula, recordar su niñez, sentado en su banquito, es algo tan lindo. A mí me encanta el estudio, ojalá hubiera podido llegar a ser Profesora porque esa era mi intención, igual todavía no se sabe si lo voy a hacer (risas), porque voy a seguir.

¿Te gusta participar en clases? ¿Te gusta escribir además?
-Sí, me gusta estudiar. Además, hace 6 o 7 años atrás escribí dos libros que presenté en la Biblioteca. El primero se llama, "Poemas de una abuela", y el otro, "Historias y poemas". Los presenté ante todos los medios de comunicación que me acompañaron. 

¿Antes de volver al secundario, consultaste a alguien?
-Lo hablé con mi amiga Celina, siempre le decía que quería seguir. Entonces me decidí a empezar. Además, la escuela me queda cerca de mi casa. 

¿Cuántos días tenés que asistir a la escuela? 
-Tengo clases los días lunes, miércoles y jueves, de 8 a 12 hs, como era antes cuando iba  a la escuela antes, muy lindo. 

¿Cuáles son tus materias preferidas? 
-Lengua, matemática, geografía, biología. Me gustan todas. Lo que no me gusta es cuando hay contenidos que son más profundos, porque me cuesta, pero después me gusta todo. 

¿Tuviste algún examen? 
-Todavía nada. Tiene que pasar el cuatrimestre por lo que a mitad de año realizan una evaluación de los alumnos. 

¿Un mensaje para la comunidad?
- Yo quiero mucho a Coronel Pringles. Me encantó siempre, mi esposo me dio a elegir entre Coronel Suárez y Coronel Pringles. Y elegí Pringles porque siempre me gustó. y yo lo quiero como si hubiera nacido acá. El cariño que me da la gente es lo que yo agradezco de corazón porque tengo muchas muestras de cariño hacia mí.