UN GRAN GESTO

Donar médula ósea, es una acción solidaria que salva vidas. Con una muestra de sangre, una persona puede saber si es apta para la donación. Los datos genéticos se suben a una red mundial hasta que aparece un paciente compatible para el trasplante.
Inscribirse en el Registro Nacional de Donantes Voluntarios de Células Progenitoras Hematopoyéticas de médula ósea es un acto solidario, voluntario y altruista. Consta de una acción vital que le brinda una oportunidad a aquellos pacientes que no tienen donantes compatibles en sus propias familias.
El Registro, creado en 2003, funciona en el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación y Trasplante (INCUCAI). La coordinación permite que se incremente la cifra de argentinos que se suman a la Red Mundial de donantes voluntarios.
En nuestra ciudad, Rogelio Gómez, conocido por su actividad periodística y muy vinculado al Club "El Divisorio", hace poco, recibió un llamado que le cambió la vida, fue convocado por el INCUCAI para ser donante. 
En diálogo con "El Diario de Pringles", el pringlense brindó detalles de su experiencia. 
"En 2013 me anoté en el Registro de Donantes de Médula Ósea porque era parte del grupo de dadores voluntarios de sangre de la Peña "Boca, un sentimiento" de Bahía Blanca, en ese momento vivía en esa localidad porque estaba estudiando en la universidad. Me anoté y quedé inscripto. Desde INCUCAI cuando necesitan realizar un trasplante, buscan en ese registro, y cuando hay compatibilidad, te avisan", sostuvo.
De esta manera, hace casi 2 meses se produjo la convocatoria: "Me llamaron el 16 de marzo y me comunicaron que era compatible con una persona del exterior, y me consultaron si estaba decidido a realizar la donación. Por supuesto, re contra contento les dije que sí".
Y detalló: "Me explicaron las 2 formas que había, una es con punción, y la otra es por aféresis (sangre periférica) que requería menos internación, era más rápida, y menos dolorosa. Consiste en sacarte de uno de tus brazos, sangre, la misma pasa por una máquina que separa las células que necesita la otra persona, y esa sangre sin esas células, vuelve a tu cuerpo. Esas células que necesita la otra persona, las generas vos en tu cuerpo, mediante unas vacunas que te brinda INCUCAI, que me tuve que ir aplicando desde los 5 días antes de la donación".

Gómez confió que previo a la donación debió atravesar por una serie de estudios.   "Me tuve que sacar una muestra en Hemoterapia, después pasó un mes, me volvieron a llamar, me dijeron que efectivamente era compatible y tenía que donar lo más rápido posible porque era para una mujer de España que estaba en una situación crítica".
Luego, se programaron para el 25 de abril, los chequeos y para el 8 de mayo, la donación. "Todavía no se hizo el trasplante, eso se hará cuando la otra persona reciba las células de sangre que me sacaron a mí. Previo a la donación me hicieron chequeos; placa de tórax, ecografía abdominal, electrocardiograma, y análisis de sangre de todo tipo. Lo más duro fue la parte de la extracción de sangre porque fueron llenando tubitos por tubitos hasta que llegaron a los necesarios para realizar diversos estudios".
Después, 5 días antes de la donación, el 4 de mayo empezó con la aplicación de 2 vacunas diarias, que hacían que se multipliquen las células madres. "Llegué a la donación con mayor cantidad de células que las normales, y esa mayor cantidad de células es lo que sacan de mi cuerpo para donarle a la otra persona. Al terminar la donación quedé todavía con mayor cantidad de células y de glóbulos blancos, pero se van yendo en el transcurso de 5 a 7 días, hasta quedar de vuelta con tu numero normal".
Tras cumplir con este compromiso, Rogelio recibió un certificado por ser donante de médula, y supo que podría consultar por el estado de salud de la persona beneficiada, recién dentro de 6 meses cuando surjan novedades. 
"Me sentí fantástico desde el 16 de marzo que me llamaron. La alegría es tremenda. Te das cuenta que siendo una persona normal podés llegar a salvarle la vida a otra persona, y eso es gratificante al máximo", concluyó feliz el pringlense, luego de vivir una experiencia única, que nos deja una gran enseñanza, la importancia de pensar en el otro, aunque no sepamos de quien se trata, pero con la satisfacción de salvarle la vida.