Este 31 de julio, la pista del Ciclys Club cumplió 22 años desde su inauguración oficial, y Roberto Mandrini, uno de los impulsores de aquel proyecto, repasó con emoción y claridad el largo camino recorrido. "Contentos porque el pueblo aceptó la pista, la gente la visita para pasear, andar con los chicos, tomar mate. Siempre soñamos con que sea un espacio de todos", expresó Mandrini, que desde el año 2000 trabaja en el desarrollo de este predio ubicado en la zona norte de Coronel Pringles.
La historia del circuito comenzó en un terreno irregular que pertenecía a una antigua extracción de tosca. "Había muchas lomas, era la famosa mina de arena de Pisoli. Hicimos los trámites con el Concejo Deliberante, Aldo Mensi nos apoyó, y así arrancó todo", recordó.
Durante dos años trabajaron en el acondicionamiento del terreno, retirando plantas sobrantes y nivelando la tierra. "Roberto Carnevale nos dio una mano desde el Parque Vial. Con tubos de cemento reciclados hicimos el frente tipo art-decó, y la tranquera también fue donada. Hasta usamos una base de mármol que había quedado de la demolición del viejo cajero del Banco Nación", detalló Mandrini.
El circuito cuenta con 950 metros de recorrido y fue escenario de múltiples competencias provinciales. "Entre 2003 y 2008 hacíamos hasta ocho carreras por año. Venían los mejores de Buenos Aires. Después cambiaron las modalidades y nos volcamos al Rural Bike", explicó.
Mandrini también destacó el trabajo con los más chicos: "Hace más de 20 años que organizamos carreras infantiles sin cobrar nada. Les damos medallas y fomentamos el deporte. Gracias a eso, surgieron campeones argentinos y panamericanos desde Pringles".
Sobre el futuro, afirmó que hay planes concretos: "Queremos hacer una sede, parrillas, una canchita de fútbol, y convertir la pista en un óvalo asfaltado para ciclismo tradicional. Pero necesitamos apoyo para nivelar el terreno con más tierra".
Una de las metas es recuperar parte del predio que se ve afectado por las lluvias. "Una zona se inunda y estamos tirando tierra para nivelarla. Si conseguimos maquinaria y materiales, podremos avanzar. La idea es hacer un óvalo de 550 metros apto para bicicletas ruteras", explicó.
La situación legal está en orden. "Tenemos personería jurídica, todos los libros al día. Somos de los pocos clubes chicos que siguen en pie. Muchos desaparecieron, pero nosotros seguimos porque creemos en esto", subrayó.
Mandrini también resaltó el valor del trabajo colectivo: "El grupo está firme. Agradezco a Diego Ortelli y al área de espacios verdes, que siempre cortaron el pasto. El pueblo no nos abandona".
En paralelo al ciclismo, desde el Ciclys Club también han promovido disciplinas como el triatlón, que ya lleva 23 ediciones. "Cuando empezamos no había ni piletas techadas. Hoy hay más nivel y nuestros atletas compiten con cualquiera", señaló.
"El triatlón se hizo siempre con lo que teníamos. Primero con la pileta, después se profesionalizó. Hoy podríamos hasta incorporar ciclismo de ruta si se asfalta el acceso al balneario", agregó.
Sobre la actualidad, indicó que la pista sigue siendo utilizada. "La gente va mucho, está linda, es un espacio muy querido. Queremos transformarla en algo más completo, con parrillas y sectores de juego para que las familias puedan disfrutar más".
Finalmente, destacó el impacto social: "Gracias a los eventos que hicimos, hoy tenemos ciclistas de todos los niveles: campeones nacionales, provinciales, y corredores de mountain bike. Esto sigue generando oportunidades para los jóvenes".
Con esfuerzo sostenido, ideas claras y amor por el deporte, Mandrini y el Ciclys Club siguen pedaleando hacia un futuro donde la pista sea mucho más que un circuito: un punto de encuentro para toda la comunidad.