Una noche por demás emotiva se vivió en el Parque Roca, donde la Generación Dorada festejó los 20 años del título olímpico de básquetbol.
La previa estuvo enmarcada por un hermetismo absoluto en cuanto a lo que sucedería en el estadio que se mostró colmado, tras agotarse las entradas a poco de haber salido a la venta.
Y finalmente se vivió una verdadera fiesta, cargada de emoción, con los jugadores interactuando con el público y disfrutando de una jornada inolvidable, como nunca habían vivido en el país.
El centro del espectáculo fue un partido con los jugadores divididos en dos equipos, a quienes se agregaron influencers, deportistas de otras disciplinas -siendo la yudoca Paula Paretto quien se llevó los mayores aplausos-, también participaron músicos y en el último cuarto jugaron la mayoría de los hijos de los jugadores.
La victoria, anecdótica por cierto, correspondió al equipo Blanco, donde participaron, entre otros los bahienses Manu Ginóbili y Pepe Sánchez, mientras que en el Azul jugó Alejandro Montecchia.
Entre las actividades y reconocimientos, se disputaron concursos de triples, de los que participaron jugadores, invitados y algunos espectadores.
Entre los homenajes, hubo uno a Ricardo González, uno de los campeones del Mundo en 1950, quien ahora tiene 99 años.
Otro momento cargado de emoción fue cuando en el estadio pasaron un video con recuerdos y mensajes de familiares y amigos de los protatonistas.
El que apareció en pantalla y le llenó los ojos de lágrimas a Manu y Fabricio Oberto fue nada menos que el histórico entrenador de los Spurs, Gregg Popopvich.
A modo de reconocimiento, los jugadores subieron al podio como en Atenas 2024, y recibieron una medalla y un diploma.
Al final, en representación de los jugadores, tomó la palabra Manu Ginóbili. Fuente: La Nueva