El Museo La Paloma: de paraje desierto a una nominación internacional
NOMINADO AL PREMIO INTERNACIONAL DESTINO MALVINAS
Este espacio, fundado en 2012 por Cristian Kurtz y Carina Lagleyze en una escuela rural abandonada, fue nominado al Premio Destino Malvinas que otorgan los Veteranos de Malvinas de Berazategui. Pese a al dolor por la reciente pérdida de su esposo Carina aseguró que seguirá adelante con el proyecto.

El Museo de La Paloma, ubicado en un paraje a 9 km de Coronel Pringles, ha sido nominado al Premio Internacional Destino Malvinas, otorgado por los Veteranos de Malvinas de Berazategui.
Este reconocimiento, en la categoría de Museo Histórico Cultural, busca destacar la labor de quienes trabajan incansablemente por mantener viva la memoria de la gesta, desde distintas áreas. Los ganadores se anunciarán el próximo 29 de marzo en una ceremonia especial.
El Museo de La Paloma es un espacio singular, nacido por iniciativa de un matrimonio y con el aporte de muchas personas que conformaron una asociación civil.
Su particularidad radica en que se instaló en una escuela rural que cerró sus puertas en 2008 y debió ser completamente restaurada tras años de abandono.
Hoy es visitado por turistas y también por instituciones educativas interesadas en acercar a los niños a las temáticas que se presentan en las distintas salas.
La nominación llegó en un momento particularmente difícil para la familia del museo, ya que Cristian Kurtz, uno de sus fundadores, atravesaba problemas de salud y, lamentablemente, falleció.

Sin embargo, su esposa, Carina Lagleyze, también impulsora del proyecto, reafirmó su compromiso de mantener el museo en pie. "Fue una caricia al alma, una palmada para no bajar los brazos y una decisión que tomaron muchos veteranos. Ellos no nos conocían personalmente, sino a través de nuestros videos, por nuestro trabajo y por los comentarios de otros veteranos", expresó Carina.
El Museo de La Paloma no solo rinde homenaje a los héroes de Malvinas, sino que también busca transmitir el respeto por la tradición, la cultura y la historia argentina a las futuras generaciones.
"Nuestro museo es un homenaje a los que regresaron y a los que se están yendo, y también se hizo pensando en nuestros pequeños, quienes seguirán sembrando la semilla de Malvinas", agregó. A pesar del duro golpe que significó la partida de Cristian, la familia decidió continuar con el proyecto y fijarse nuevos objetivos.
"Desde el primer día, con mis pequeñas, Candelaria y Berenice, tomamos la decisión de quedarnos acá, con nuestro proyecto y todo lo que sabemos hacer. Este es nuestro lugar en el mundo y el legado que él nos dejó", aseguró Carina, quien tiene dos hijas, con las que vive en el paraje.
Agradeció especialmente el apoyo recibido de los Veteranos de la Guerra de Malvinas de todo el país, quienes la acompañaron en este difícil momento.
"Estuvieron conmigo y me ayudaron muchísimo en situaciones clave. Estuvieron en el minuto a minuto", comentó. Carina vivió la gesta de Malvinas con apenas seis años, ya que su hermano, veterano de guerra, estuvo asignado al ARA 25 de Mayo.

"Nunca olvidaré la imagen de mi mamá llorando y pidiendo a Dios y a la Virgen que su hijo estuviera bien, protegido y que no le pasara nada. La angustia de no saber nada de él fue terrible", recordó.
Desde entonces, su vínculo con la causa se fortaleció. "Cuando se decidió crear un espacio de Malvinas, fue una decisión de la comisión. Muchas instituciones y alumnos pasaban por acá y nos pareció importante que el museo pudiera revalorizar y reconocer a nuestros héroes y veteranos de guerra", explicó.
La sala de Malvinas se inauguró el 5 de septiembre de 2021, con la colaboración del Centro de Veteranos de Punta Alta y Bahía Blanca, quienes donaron varios objetos históricos. "Hicimos una investigación y llegamos a pedir un informe al Ministerio de Defensa para que se reconociera a todos los veteranos de guerra de Pringles, ya que no todos estaban identificados.
También presentamos un proyecto para declararlos ciudadanos ilustres y desarrollamos la cápsula del tiempo en el Monumento de Malvinas, donde colocamos una placa", detalló Carina.
Entre las múltiples iniciativas impulsadas por el museo, se destacan la plantación de árboles, la declaratoria de Embajada de Paz y la llegada de importantes donaciones de veteranos y sus familias.
"Contamos con una amplia documentación donada por las fuerzas, láminas e imágenes de los primeros comandos anfibios en desembarcar.
También tenemos un suéter de un sobreviviente del Narwal con marcas de esquirlas, la capa del primer herido de Malvinas, Ernesto Urbina, una balsa del Crucero ARA General Belgrano y la gorra del Capitán Giachino, donada por su hermano Alejandro Giachino", enumeró.

El museo no solo rescata la historia de Malvinas, sino que también preserva la memoria del paraje La Paloma. En su sección histórica, se recrea el nacimiento del lugar con el apogeo de la construcción del pueblo en 1882.
"Pringles se iba a fundar donde hoy está el paraje La Paloma, por la cantidad de construcciones que había: el rancho de la alcaldía, la posta de la Paloma, el camino real de carretas y el viejo almacén", comentó.
Además, desde el museo se hallaron restos fósiles de un perezoso terrestre en tamaño real. También se encuentran piezas originales dedicadas a la cultura gauchesca, un homenaje a la primera escuela rural del paraje, un espacio para la historia de los inmigrantes, una cocina de campo, juguetes de niños de principios del siglo XX y elementos de uso cotidiano tanto de hombres como de mujeres de la época.
El museo, en estos días, está recibiendo a nuevas personas interesadas en sumarse al proyecto y aportar al crecimiento de la institución. "Siempre dije que el museo no tiene que estar estancado, sino escalar, y de a poco lo vamos logrando", aseguró Carina.
En el museo hay un sector al aire libre, de granja, donde los chicos están en contacto con animales y aprenden cuestiones vinculadas al trabajo en la huerta.
Su labor en la difusión y conservación de la memoria de Malvinas la ha convertido en una referente en esta temática, destacándose por su compromiso sin banderas políticas y con un profundo amor por la historia argentina.
Fuente: La Nueva