A partir del caso de la adolescente de 16 años a la que se buscó durante más de un día y por cuya desaparición fue detenido un joven acusado de grooming, las autoridades locales remarcaron la necesidad de denunciar de inmediato situaciones de estas características.
El grooming es el acoso sexual de una persona adulta a una niña, un niño o un adolescente por medio de internet, conducta que está sancionada por el artículo 131 del Código Penal, con penas de entre 6 meses y 4 años de prisión.
"Ni bien se detecta la desaparición de un menor, se debe dar aviso al 911. Un móvil del Comando de Patrullas dará aviso a la red de comisarías locales y se va a iniciar un protocolo de búsqueda, mientras se traslada a la familia a la comisaría de la jurisdicción", explicó Federico Montero, subsecretario de Fiscalización y Control Policial del Ministerio de Seguridad bonaerense.
Dicho protocolo activa todos los mecanismos, con comunicación inmediata a la UFIJ N° 20 (fiscalía que entiende en estas situaciones), a cargo del fiscal Rodolfo De Lucia.
"Una vez en la comisaría, a los padres o denunciantes se los va a subir a un móvil y se van a recorrer todos los posibles lugares donde la familia pueda pensar que se encontraría el/la menor. Luego se recepciona la denuncia y se continúan con las comunicaciones a los medios de prensa y Missing Children", agregó.
En caso de ser necesarios rastrillajes -como sucedió este fin de semana- se puede convocar al grupo de perros K9 de Punta Alta, con experiencia en la materia.
Es importante destacar que en cuestiones de este tipo -y más con la posibilidad de un caso de grooming latente- es obligación del personal policial recibir la denuncia.
Montero remarcó en este sentido el trabajo constante del Observatorio de Redes del Concejo Deliberante y de la secretaria de Políticas Sociales, Romina Pires, que "mantienen el tema vivo por el cuidado de nuestros chicos".
Consejos para la emergencia
Un tema muy importante para los casos de grooming es NO borrar el contenido de la computadora o celular y guardar fotos, videos o contar con capturas de pantalla, así como datos del usuario o perfil denunciado.
En el caso de ser la comunicación por WhatsApp, se debe denunciar los números de teléfonos (de la víctima y el acusado); sí la vía de contacto es Facebook o Messenger, dejar constancia de los nombres de usuario o perfil y las URL de la víctima y el imputado, mientras que en el caso de Instagram, los nombres de usuarios o perfil y los ID (la URL cambia si el autor modifica el nombre del perfil, pero la ID es permanente).
También se aconseja cambiar las claves de acceso a las redes sociales de la víctima, limitar la lista de contactos y configurar la privacidad, sin dejar de hablar con el niño o adolescente sobre la importancia de incluir solo a conocidos entre sus amigos virtuales.
Otro punto clave es NO denunciar en la red social o plataforma web al acosador, porque de esa manera el administrador del sitio puede bloquear a la persona como usuario y se puede perder información o puede crear un nuevo perfil y seguir con la acción en perjuicio de otros niños.
Por último, tampoco se debe amenazar o enfrentar al groomer, porque solo se lo alejará de la víctima y será más difícil localizarlo.
En cuanto a las víctimas, se debe prestar atención a los cambios de conducta o humor de los chicos: si presenta repentina tristeza, baja su rendimiento escolar o quiere estar sola/o, se observa nerviosismo o ansiedad respecto del uso de los dispositivos (por ejemplo en el caso de estar siendo amenazada/o y debe responder a los mensajes).
Siempre se debe procurar el diálogo y la comprensión con la víctima y evitar avergonzarla o culparla e interrogarla.